José Ortiz Medina / EN CORTO
La forma es fondo, solía decir el ideólogo Jesús Reyes Heroles.
Y es que en política, las señales dicen más que mil palabras.
Lo anterior los comentamos a propósito por un detalle que muchos no vieron o no quisieron ver.
Nos explicamos: en el comunicado que ayer difundió la vocería de Rocío Nahle sobre la primera reunión de la mesa de seguridad, fue omitido el nombre de la aún Fiscala, Verónica Hernández Giadáns. No fue un hecho fortuito ni casual.
Pareciera que de manera deliberada, desde arriba ordenaron no incluir el nombre de la aún titular de la FGE, como tampoco fue un hecho al azar el que en las dos únicas fotos que difundió la oficina de prensa de Nahle, en una no aparece Verónica, y en la otra apenas y se ve de perfil. Pero además, a la Fiscala no la sentaron en la parte principal de la mesa cerca de la gobernadora, sino que la mandaron a uno de los extremos, o sea, casi la arrumbaron.
De inmejorable fuente, Versiones tuvo acceso a información (no rumor) de que Verónica ya había redactado su renuncia para hacerla efectiva a partir del pasado 30 de noviembre. Además, a personal de la Fiscalía le informaron la noche del miércoles 27 de noviembre que comenzaran a preparar la entrega-recepción.
Así, a marchas forzadas, esa misma noche los empleados comenzaron a foliar y a escanear (sí, leyeron bien, a escanear) documentos. Esa jornada se prolongó hasta las 2 de la mañana del jueves 29 de noviembre.
De ese proceso de foliar, este medio posee fotos cuya publicación nos reservamos, pues algunos trabajadores así lo pidieron a este portal de noticias, pues de darse a conocer la imagen, los jefes podrían deducir de qué departamento se filtró la información.
Tras esa primicia, varios medios digitales retomaron o reprodujeron la nota de Versiones porque esos sitios web no sólo confiaron en la veracidad de la información sólo por el hecho de haberse publicado aquí, sino que por su cuenta indagaron y corroboraron la versión de la dimisión.
Pero algo pasó que luego la Fiscala se echó para atrás en su renuncia. Muchos medios lo han interpretado como que “no se quiere ir” o que se “aferra” al cargo. Aunque la verdad pareciera ser otra. No habría que descartar la posibilidad de que la Gobernadora le haya ordenado a Verónica permanecer en el cargo hasta que una vez aprobada la iniciativa que presentó el diputado Diego Castañeda, sea ella la que entregue la Fiscalía al nuevo titular de la misma y que sea aprobada por el Congreso Local.
O sea que aunque Verónica ya pensaba irse de “pelada”, la Señora habría ordenado que se quedase unos días más a entregar cuentas y a entregar el timón de mando. Es decir, sería una especie de “arraigo” al cargo, algo muy similar a lo que se pretendía hacer en Sefiplan con José Luis Lima Franco, pero el pozarricense “se las olió”, y decidió finalmente declinar a la invitación de repetir en el cargo. Dicho sea de paso, a Lima también lo grilló el equipo cercano a la Jefa, al acusarlo de hacer pagos de última hora a un proveedor vinculado al PAN.
Como quiera que sea, Verónica tiene los días contados. A Nahle no se le olvida que desde la Fiscalía fueron acatadas maniobras que fueron ordenadas presumiblemente por quien puso a la Fiscala en ese cargo, presuntamente Eric Cisneros, a quien la Gobernadora odia con odio jarocho.