Rosalba Rodríguez Rodríguez, apodada “La Paloma” y actual alcaldesa de Acayucan, Veracruz, enfrenta serias acusaciones de daño patrimonial por más de 18 millones de pesos, detectado por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS).
A pesar de las observaciones realizadas por el organismo, la edil parece más preocupada por organizar eventos festivos que por atender las problemáticas urgentes de su municipio.
El pasado 13 de noviembre de 2024, en medio de una ola de violencia que azota a Acayucan, la alcaldesa fue anfitriona de un multitudinario evento en el que no faltaron rodeos, bailes y desfiles.
Mientras los ciudadanos disfrutaban de la fiesta, el municipio se tiñó de sangre: un joven fue asesinado a plena luz del día en un restaurante, y horas después, una empresa de grúas fue atacada con bombas molotov.
La situación en Acayucan es crítica. Además de los recientes hechos de violencia, persisten rezagos en infraestructura, seguridad y desarrollo social.
Sin embargo, los esfuerzos de la administración parecen estar enfocados en construir una imagen festiva y populista.
El caso de “La Paloma” no es aislado. Durante la administración de su esposo, Cuitláhuac Condado Escamilla, quien fue presidente municipal de Acayucan entre 2018 y 2021, también se reportaron irregularidades financieras por más de 50 millones de pesos.
Ahora, las sospechas de corrupción vuelven a teñir de sombra a esta familia política.
Con sombrero y botas al estilo vaquero, Rosalba Rodríguez parece haber optado por el espectáculo en lugar de la gobernanza. Este estilo de liderazgo, marcado por el despilfarro y la frivolidad, ha provocado críticas severas de parte de ciudadanos y actores políticos que exigen rendición de cuentas y un enfoque serio en los problemas de Acayucan.
Mientras los días pasan, el reloj sigue corriendo para que “La Paloma” desahogue las observaciones del ORFIS. Pero la pregunta sigue siendo: ¿será capaz de rendir cuentas o seguirá evadiendo la responsabilidad con fiestas y rodeos?
Asimismo, se sabe que ese desfalco se origina en las millonarias sumas que la alcaldesa y su esposo destinaron a los Yunes en la pasada elección a la gubernatura. Fue mucho el dinero que ellos destinaron a la campaña sucia contra Rocío Nahle a quien en todo momento le cuestionaron su origen zacatecano.
A cambio de la lana que le invirtieron a los Yunes en los recientes comicios, el matrimonio Rodríguez-Condado exigió a cambio diputaciones y secretarías de despacho. Sobra decir que tras la derrota de Pepe Yunes en las urnas, todo eso quedó en sueños rotos.
Pero eso no es todo. Ahora “La Paloma” pretende imponer como candidato a alcalde a su esposo Cuitláhuac Condado Escamilla.
Para tal efecto, la munícipe manda atacar a los adversarios políticos de su cónyuge, sobre todo a los que les ve más posibilidades de obtener esa postulación.
Así, por ejemplo, la alcaldesa ha ordenado a los empleados municipales que cada vez que vean una publicación positiva en redes sociales a favor de Fredy Ayala, deben atacarlo con comentarios ofensivos.
Incluso, ayer Cuitláhuac Condado y su familia sostuvieron una reunión en la que pidió a sus esbirros “pegarle” en redes a Fredy Ayala.
Es obvio que a la presidenta municipal y a su esposo les preocupa Fredy Ayala pues es el único que al llegar a la silla municipal no aplicará la máxima de “borrón y cuenta nueva” a las arcas municipales.
Y no están tan errados la edil y su cónyuge. Y es que Fredy Ayala tiene muchas posibilidades de ganar la encuesta, por lo que una vez erigido en autoridad municipal, a Fredy no le temblará la mano para revisar con lupa todo ese dinero que fue a parar a los Yunes en la pasada campaña electoral.