El 19 de noviembre de 2023, Arturo Zacarías y Marcos Gómez, dos tripulantes del buque Galaxy Leader en el Mar Rojo, fueron secuestrados por rebeldes hutíes de Yemen. En este navío viajaban 25 personas de diferentes partes del mundo. Sin saber que su barco formaría parte de la guerra entre Israel y Hamás, el joven oriundo de Misantla relató a Imagen Noticias lo que sucedió ese día del secuestro:
“Fue muy feo los primeros días porque nosotros no sabíamos por qué estaba pasando. Nosotros no teníamos ninguna noticia. Al menos yo no sabía que había una guerra. Estaba embarcado ya desde cinco meses antes. Estaba viendo una serie cuando, de repente, se escuchó un ruido… Y pues era un helicóptero. Entonces el capitán del barco nos dijo: ‘jóvenes, ríndanse, no intenten nada, tenemos… no dijo la palabra piratas, dijo catchers’. Llegó el helicóptero y no pudimos hacer nada”.
Arturo contó que los rebeldes movieron el barco y que subió más gente, entre ellos traductores, quienes les explicaron el porqué de la retención.
“NO SOMOS PIRATAS”, LES DIJERON LOS HUTÍES
“Lo primero que nos dijeron fue: ‘no somos piratas, somos del país de Yemen, del grupo de los hutíes, no se preocupen, todo va a estar bien, sólo necesitamos su cooperación. Cuando se acabe la guerra, ustedes se van, porque están trabajando en un barco cuyo dueño es de Israel’”.
De inmediato, los hutíes comenzaron sus operaciones.
“A uno por uno nos entrevistaron, nos preguntaron de dónde éramos, cuál era nuestro nombre, cuál era nuestro trabajo en el barco, y si sabíamos que el dueño de la empresa era israelí”, añadió Arturo.
De acuerdo con Arturo, dentro del barco el trato nunca fue violento.
“Nunca nos faltó la comida, el agua, no nos trataron mal. Allá nos trataron como si siempre fuéramos sus invitados. Nosotros no éramos rehenes, no éramos prisioneros, éramos sus invitados. Nos llevaron algunos folletos y platicaron de la guerra que había en Palestina”.
Aun así, el evento para él sigue siendo desagradable.
“NO NOS TRATARON MAL”
“No puedo decir que nos trataron mal, pero el estar encerrados y no saber cuándo íbamos a volver a casa, eso era lo que psicológicamente, mentalmente, nos torturaba allá”.
Arturo y Marcos estuvieron más de un año en el buque, hasta que el acuerdo del cese al fuego en Gaza inició hace unos días.
“Cuando entró el domingo, resulta que se retrasa el cese al fuego dos horas… Ese fue otro sentimiento. Ya estábamos bien contentos de que se iba a acabar la guerra. Es que no sé qué sentir, no me cae el 20 de que ya nos vamos a ir a nuestras casas después de un año y dos meses. Pues sí, era algo increíble”.
Finalmente, Arturo agradeció a las autoridades mexicanas el éxito de los acuerdos para su liberación y contó qué sigue tras este episodio amargo:
“SEGUIRÉ CON LA PROFESIÓN, PERO YA NO POR AQUELLOS RUMBOS”
“Por el momento quiero relajarme, no quiero pensar nada de esto que pasó. Para mí fue solamente un capítulo de mi vida que no quiero recordar. Solamente me tocó estar en el momento y lugar equivocado. Ya después creo que seguiré con la profesión, pero ya no por aquellos rumbos”, así concluyó la entrevista.