José Ortiz / EN CORTO
Hace unos meses, operadores del PVEM se acercaron a Américo Zúñiga para convencerlo de que se pasara a las filas de ese partido y, por lo tanto, a la 4T. La idea no era que el hijo del extinto Guillermo Zúñiga se postulara como candidato a la alcaldía de Xalapa, sino que sumara su estructura. Sin embargo, finalmente no lograron convencer al ex alcalde xalapeño.
En el inicio de este año, nos enteramos que Román Moreno, ex candidato suplente de Américo en la pasada contienda por la diputación federal, se pasó a las filas de Movimiento Ciudadano (MC) en donde será candidato a alcalde de Xalapa. Asimismo, Miguel Ángel Macías Parra, cercanísimo a Américo, de igual forma renunció al PRI para incorporarse a MC. El mensaje fue más que claro: la estructura de Américo se fue al partido naranja.
Y hasta ahí iba la cosa más o menos.
Pero sucedió que a Alejandro Moreno le informaron sobre esta maniobra, por lo que de inmediato, en su más reciente visita a Xalapa, organizó una comida en el rancho San Julián, ubicado en Las Vigas y que es propiedad de la familia Yunes.
Ahí, palabras más, palabras menos, “Alito” le pidió a Américo que sea candidato de Xalapa por el PRI. Cuentan que Américo le dijo que sí, pero que con una condición: que sea en alianza con el PAN.
Habrá que ver. Porque en el PAN estatal y el xalapeño no están muy convencidos de aliarse con el PRI. Pero como en Acción Nacional -al igual que en otros partidos- las decisiones se toman a nivel cupular, entiéndase la CDMX, pues si desde el Altiplano ordenan que habrá coalición PRI-PAN, pues en la aldea no les quedará de otra más que apechugar.
Xalapa, la Joya de la Corona, no está fácil para ninguno de los dos bandos. Ni la 4T la puede dar por ganada, ni tampoco los opositores pueden cantar victoria.
Del lado de la 4T, habría que destacar que la gobernadora Rocío Nahle no ganó en la capital con todo y que Ricardo Ahued no fue mal alcalde y además hizo mucha obra.
En la Atenas Veracruzana la burocracia votó en contra de la 4T porque en el sexenio de Cuitláhuac los trataron mal. Los traían de acarreados en los mítines de Morena y lo peor, pagando comida y traslados con sus propios recursos. En el inicio de la actual administración estatal, la situación sigue igual o peor con los despidos masivos de empleados del gobierno. Y en donde hay más malestar es en la SEV, en donde la secretaria Claudia Tello ya anunció que tiene como meta mandar a centros de trabajo a alrededor de 400 comisionados. Según que ya 150 trabajadores han sido “liberados” de sus antiguas comisiones y puestos a disposición de Recursos Humanos. Lo malo es que los inconformes aseguran que a Tello le urge liberar esos 400 espacios en oficinas centrales y otras sedes administrativas, para poder ella colocar a su gente, o la gente que le están recomendando.
Aunado a lo anterior, se encuentra el malestar por la falta de agua en Xalapa. Este estiaje será peor y no se ve que CMAS-Xalapa, mal dirigida por Ana Iris Ruiz Gómez, tenga ya preparado un plan para enfrentar esa contingencia. Los xalapeños ya desde ahora deben ir mentalizándose con los bloqueos de calles y avenidas que habrá en protesta por la falta del vital líquido. Si la alianza opositora gana la alcaldía, creo que casi le van a hacer un monumento a Ana Iris por contribuir con su ineficacia a la victoria pripanista.
El otro tema es la inseguridad, pues recientemente se dio a conocer que aumentó la percepción de inseguridad por parte de los xalapeños.
En lo que respecta al PRI, pues es un partido ya muy partido, casi despedazado. En su reciente visita lo que “Alito” Moreno vio fue las ruinas de lo que alguna vez fue un partidazo. Vamos, el Revolucionario Institucional no es ni la sombra de lo que fue. Y para acabarla de amolar, ese instituto político tiene actualmente la peor dirigencia. Adolfo Ramírez Arana no tiene ni la más mínima idea de lo que es sacar adelante al PRI, y qué decir de Lorena Piñón, quien anda más preocupada de su labor legislativa y de la grilla en la CDMX que en rescatar al priismo veracruzano. No hay estructura. No hay trabajo de organización. Han renunciado priistas históricos y los priistas más jóvenes han dimitido para registrarse en el proceso interno de Morena o a Movimiento Ciudadano, como ocurrió hace unos días con la estructura de Américo Zúñiga. Del PRI, sólo queda el membrete, el cascarón. Ah, pero Adolfo, “El fofo” y Lorena dicen que “van muy bien” y que van a “ganar” en los comicios del 1 de diciembre. Pero ese escenario triunfalista sólo existe en sus mentes pequeñas. Porque la realidad es otra y eso toooodos lo sabemos. Pero en fin, que sigan con su fantasía.
Y en el PAN siguen aún sin poder recuperarse de la traición de los Yunes de El Estero. Salvo Boca del Río, no se ve en qué otros municipios realmente sean competitivos. En Tantoyuca, en donde se suponía que Joaquín Guzmán Avilés traía el “power”, Morena los arrasó y no sabemos si fue por incompetentes o porque se prestaron a acuerdos en lo oscurito con los morenos. El fantasma de la traición ronda por varias partes y los Yunes no han sido los únicos Judas.
Pero en fin, regresando a Xalapa, que es el tema que nos ocupa, pues ya veremos primero que haya alianza PRI-PAN y luego se verá si Américo siempre sí se anima.
En caso de que no haya alianza PRI-PAN, aparte de Sergio Hernández, otro que hace poco se anotó en la lista de aspirantes por Acción Nacional es Carlos “Chico” Fuentes, un personaje carismático y con buena presencia entre la militancia panista.
Y en Morena se han visto muy mal tratando de imponer al estilo priista a Daniela Griego. La aún directora del IPE está saliendo muy raspada porque se le percibe como una aspirante que a fuerza tratan de empujar mediante el “dedazo” y la “cargada”. No había necesidad de tanto desaseo. No vemos por ningún lado las prácticas “democráticas” que tanto ha presumido ese partido de izquierda en pasados procesos electorales. Cuidado, porque si no se cuidan las formas, Daniela puede llegar muy debilitada en caso de que sea la ungida, que es como se advierte que finalmente lo será. Pero así no. Se ven muy mal los que desde Palacio de Gobierno se han empecinado en impulsarla mediante estrategias rancias y porriles.