Roberto López Barradas / Amar sin condición

Por Roberto López Barradas

Todas las personas soñamos con encontrar a la pareja ideal, la otra mitad de nuestra alma, la media naranja, pero frecuentemente esto se vuelve tan complicado, difícil, casi imposible de lograr, que es igualmente común, decepcionarse una y otra vez, hasta encontrarla.

No quiero ser pesimista, quiero ser claro, realista o como le decía a mi esposa en el mes de diciembre, el próximo año, voy a tratar de ser más sincero, transparente en mis comentarios (sin filtro), aunque a veces corra el riesgo de herir susceptibilidades.

Por lo que, retomando el tema, todas las personas en algún momento, deseamos encontrarnos con el amor de nuestras vidas, sin sufrir, sin esperar, sin desencantos. Lo interesante de esta situación, no es el hecho de encontrarla, porque en realidad, no vamos a encontrar a una persona que reúna todas las características de nuestro ideal, por el simple hecho de que nadie piensa igual a nosotros, con los mismos gustos, preferencias, sueños, anhelos, miedos, fobias, etc., todas las cosas que infieren en nuestro carácter y personalidad, porque todo es importante para poder entender a tu pareja, lo cual, a veces cuesta mucho trabajo.

Bien, ahora vamos a concentrarnos en el supuesto de haber encontrado al ser amado, y pensamos que todo marcha bien, como miel sobre hojuelas, pero se necesita tener la plena conciencia de que tarde o temprano, se pueden presentar problemas, diferencias, discusiones, algunas sin sentido, pero que finalmente suelen darse, trayendo como consecuencia, un disgusto, una pelea o hasta la ruptura.

Pero que podemos hacer para enfrentar los problemas propios del amor en pareja, pienso que el principio debe ser: amar sin condición, aceptando la individualidad de cada persona, sin pensar que podemos hacerlas que cambien a nuestro modo de ser, porque si de algo estoy convencido es precisamente de ello, no podemos cambiar a las personas, en el mejor de los casos, podemos buscar un punto medio en todas las cosas que hacemos o pensamos de manera diferente con nuestra pareja, siendo condescendientes en algunos casos, para evitar el conflicto.

El amor se trata de una decisión, no de un sentimiento, es aceptarte como eres, amarte, respetarte, y en acto sublime de amor, ayudar, motivar y procurar que nuestra pareja sea mejor cada día. Porque en la medida en que busquemos, el bien para ella o él, estaremos creciendo juntos, construyendo una mejor relación.

 

Nosotros no podemos cambiar a las personas, pero Dios si puede. Si quieres que tu relación sea buena, estable, amorosa y duradera, debes empezar por pedirle a Dios que te mande a la persona que Él tiene predestinada para ti, prepárate para dar lo mejor de ti y esperar. Si esa persona ya está contigo, no lo arruines tratando de hacerla cambiar todo el tiempo, acéptala, procúrala y ámala sin condición, orando todos los días, para que Dios llene de amor sus vidas, supla sus necesidades y derrame bendiciones, para poder vivir una vida plena, llena de gozo y paz en comunión con Él.