Marcelo Ruiz: el diputado que olvidó el verde y abrazó la grilla

José Ortiz / EN CORTO

Si algo ha quedado claro en los últimos meses es que Marcelo Ruiz no es un diputado verde, es un grillo de la vieja escuela, un operador de promesas falsas y un destructor profesional de acuerdos. En vez de estar defendiendo el medio ambiente, como se esperaría de alguien que milita en el Partido Verde, se ha dedicado a lo suyo: la política de saliva, la traición disfrazada de negociación y el oportunismo de siempre.

Y mientras él juega su propio ajedrez en la política veracruzana, el estado sufre una de sus peores crisis ambientales. Muerte de delfines en Coatzacoalcos, deforestación masiva en los Tuxtlas, ríos contaminados en la cuenca del Papaloapan, derrames de hidrocarburos en Minatitlán, tala ilegal en el Cofre de Perote y una alarmante desertificación en zonas rurales. Veracruz se desmorona ante la depredación ambiental, y Marcelo Ruiz, el “diputado verde”, no ha dicho ni una sola palabra.

Pero no sorprende. Marcelo Ruiz nunca fue un defensor del medio ambiente, sino un vividor de la política. Un dirigente que hizo del Partido Verde su casa de negocios personales, que manejó la franquicia como propia y que, en su nuevo rol de legislador, sigue sin aportar nada más que grilla y autopromoción. No tiene una sola iniciativa en materia ambiental relevante, ni una propuesta seria para enfrentar los desastres ecológicos de Veracruz. Pero eso sí, cuando de traicionar acuerdos y fingir lealtades se trata, siempre está presente.

No olvidemos su historial de “lambe botas” profesional, primero con el PRI, luego con Morena y ahora con quien le asegure su permanencia en el poder. Promete a todos y no cumple a nadie. Se mueve en la política como un vendedor de ilusiones, empujando acuerdos que nunca se concretan, haciendo pactos que destruye en lo oscuro y prometiendo candidaturas como si fuera el dueño de una agencia de colocaciones.

La realidad es que Marcelo Ruiz es el perfecto ejemplo de la hipocresía del Partido Verde en Veracruz: un partido sin agenda ambiental, con un diputado que en lugar de luchar contra la crisis ecológica, solo lucha por mantenerse en el poder.

Hoy Veracruz enfrenta una catástrofe ambiental sin precedentes, pero su “diputado verde” prefiere operar en lo político y no en lo ecológico. Prefiere seguir con sus jugadas tenebrosas, con su legado de traiciones y con su vieja costumbre de vender acuerdos que nunca cumple.

Mientras Marcelo Ruiz siga siendo el “rostro” del Partido Verde en Veracruz, será imposible que la ciudadanía tome en serio la lucha ambiental de ese partido. Porque en su caso, lo único verde es la franquicia que le ha permitido seguir medrando de la política.