Cuentan que a Esteban Ramírez Zepeta no le fue nada bien en la reunión con su dirigente nacional, Luisa María Alcalde Luján.
Uno de los temas del encuentro habría sido lo del nepotismo.
Doña Luisa le dejó muy en claro a Ramírez Zepeta que no debían postular a familiares de alcaldes, en más de cien municipios, según lo reveló el senador Manuel Huerta.
Otro tema en el que Ramírez Zepeta habría sido reconvenido es que le dejaron en claro que él como dirigente del partido en Veracruz debe ser neutral y el fiel de la balanza. En otras palabras, que no debe arremeter contra legisladores o contra otros camaradas de la 4T sólo porque su patrona en Veracruz se lo ordene.
Y dicen que Zepeta tras la regañiza se cruzó de brazos, comenzó a temblar… se hizo más chiquito de lo que ya es, se fue sumiendo… sumiendo… sumiendo… en su silla, tragó saliva amarga, casi reseca. Casi quería desaparecer en ese momento, teletransportarse e irse a chillar con su “mami”, doña Chío. (José Ortiz / EN CORTO).
