-La hija de la alcaldesa de Nanchital se prestará a lo que di$ponga Sosa
– Carlos Soriano Morales es quien ejecuta los “busines”, es el dedo pequeño de Sosa
-80 mil por una jefatura; de a 70 mil pa arriba la cooperativa escolar
Apenas el pasado 8 de octubre del 2024, la propia Gobernadora electa, Rocío Nahle, daba a conocer que la hija de la alcaldesa de Nanchital, Carla Lizeth Rosas Mora, asumiría el cargo de directora de Atención a la Población Vulnerable del Sistema DIF Estatal de Veracruz, y de inmediato se levantó una ola de polémica en torno a su designación.
Lo anterior debido a distintas razones, entre ellas, las que destacaron fueron sus pocos si no es que nulos resultados desde el DIF municipal de su tierra, Nanchital, donde su señora madre, Esmeralda Mora Zamudio, todavía despacha como munícipe.
Después del anuncio de la entonces mandataria electa, Nahle García, en el sur de la entidad se desató la rumorología en torno al papel que Carla Lizeth desempeñaría en la capital del estado, ya que paisanos del sur que ya radicaban en Xalapa dieron a conocer en redes sociales que Carla, “la hija de la alcaldesa” llevó consigo a nada menos que cinco o seis personas, quienes aseguran son las que le ayudan, o mejor dicho, prácticamente le hacen toda la chamba para que parezca que ella sí le sabe al tema del DIF y trabaja.
No se puede olvidar, al menos no fácilmente, que la población nanchiteca supo y todavía lo comenta, que la alcaldesa, la mamá de Carla Lizeth, sostuvo reuniones con el otro candidato con quien Nahle competía, por lo que no podían creer que “…la Nahle” la premiara de esa manera.
Al final, se impuso la situación que favoreció a la familia de Carla Lizeth y Esmeralda Mora Zamudio, quienes “a los ojos de todos… los morenos”, hicieron bien las cosas, lealmente a favor de la causa de Nahle.
No duró lo que se esperaba en el encargo
Pues se cumplió algo lo que el sabio pueblo de Nanchital había vaticinado: Carla Lizeth Rosas Mora duró menos de lo que se esperaba. Antes de que la gobernadora Nahle cumpliera sus primeros cien días, Carla Rosas saltó a otro encargo, desde donde, ahora con el total impulso de Felipe Sosa (dejó el cargo) quien habría acordado con su madre, Esmeralda Mora Zamudio, la designación de Carla, para que en presunta sociedad puedan disponer de los recursos que generan las distintas fuentes de financiamiento alterno del Cobaev a lo largo y ancho de toda la entidad.
Pero además, Sosa, apenas algunas semanas atrás, tuvo que colocar en el Cobaev a alguien más que le ayude a concretar sus ambiciones personales, avaladas por sus servicios prestados al “Movimiento”.
Carlos Soriano es quien ejecuta los “bisnes”; es el dedo chiquito de Sosa
El ex líder juvenil perredista, originario de la zona Veracruz-Boca del Río, Carlos Antonio Soriano Morales, amigo íntimo y de todas las confianzas de Felipe Sosa, quien es el nuevo enlace administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (Cobaev), tiene la puntual instrucción de su amigo de facilitarle todo lo que Carla Lizeth Rosas Mora le solicite y demande como nueva titular, pero también de coordinar todos los “enjuagues” previamente acordados “… para que todo camine conforme a lo planeado”.
Y es que acostumbrado a los vuelos de alto nivel, Carlos Soriano Morales, ya ha iniciado las “charlas” -de las cuales jamás imaginó que se harían relativamente “públicas”-, para conformar su red de acuerdos que le traigan beneficios no solo como administrador sino como repartidor de juego, ya que cree fielmente que “el que parte y reparte, le toca la mayor parte”, y a ver si eso no le trae problemas al momento de la rendición de cuentas.
O es que acaso cree más en que “ladrón que roba a ladrón…”.
Vamos a ver cómo camina este caso entre ex priistas y ex perredistas transmutados en morenos, y qué consecuencias le trae a los morenos y a la secretaria y titular de la dependencia y a la actual mandataria estatal.
Maldita ambición… ¿pues no que eran distintos? Por cierto, hablando de distintos…
80 mil por una jefatura; de a 70 mil pa´ arriba la cooperativa escolar
¡Pásele!, ¡Pásele!, ¡Bara!, ¡Bara!, ¡Sí hay!
Parecían gritar hace algunas semanas atrás tanto el buen Soriano como Martha Elena López, encargada oficial de recursos materiales y servicios generales, sí, claro, todo del Cobaev, al ofertar las cooperativas escolares y las jefaturas en el Colegio de Bachilleres…
¿Qué, cómo, se cobran, se venden? Pues no, antes no, pero como estos no son iguales, pues tuvieron que ser diferentes y pum, ahí está, que se acaban vendiendo a todo aquel que tuviera la aspiración y se lograra juntar una “lanita”…
¡Usted entienda, es para las gestiones que se tienen que hacer, solo por eso, nada personal!
Usted, estimado lector, lectora, lectore ¿hubiera imaginado la fina, estructurada y mejorada capacidad de atracar una institución como lo es el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz?
¿Cuántas son? ¿Cuáles? Le gustaría tener mayor información al respecto, no se pierda la siguiente entrega.
