Vino este sábado 15 de marzo a Coatepec el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López y alborotó el gallinero.
No faltaron los “acuciosos” columnistas que inventaron que Adán Augusto vino a reunirse con la gobernadora Rocío Nahle para casi regañarla y pedirle que no desplazara de las candidaturas a las alcaldías a algunos prospectos del partido Verde. Falso de toda falsedad, como suelen decir los abogados de barandilla.
Tampoco faltaron las plumas a sueldo de la 4T que presurosos salieron a defender a su jefecita, que es la que les mata el hambre. “No se reunió la Señora Gobernadora con Adán”, dijeron los plumíferos, algunos de ellos que cobran en ese “elefante blanco” llamado CEAPP. Defensa innecesaria, porque los que estamos enterados, jamás manejamos esa versión tonta y boba de que Adán vino a reconvenir a la mandataria estatal por temas relacionadas con candidaturas.
A lo que sí vino Adán Augusto fue a la fiesta del cumpleaños del empresario Fernando Padilla.
La fiesta se efectuó en la Hacienda Zimpizahua que está ubicada en el pueblo mágico de Coatepec.
En la mesa principal, Fernando Padilla estuvo flanqueado a la derecha por el líder de los diputados de Morena Ricardo Monreal y a la izquierda por Adán Augusto López.
Pero a eso vino Adán. No a otra cosa. No se calienten garnachas: ni los anti 4T ni los lame zapatillas de la doña.
P.D. Ya luego les contaremos detalles de cómo se ha tejido esa alianza entre el veracruzano Fernando Padilla y Adán Augusto López, alianza en la que se entrecruzan los negocios y la política. Ambos, son tipos de cuidado.