Para quienes andan por ahí, propalando con malsano placer el rumor de que el PVEM estaría vendiendo candidaturas a las alcaldías, queremos decirles que… tienen razón. De otra manera no nos explicamos cómo es que postularon para la presidencia municipal de Tempoal a un enfermo sexual como Celestino Rivera Hernández.
Este tipo es un peligro para los niños de la zona norte y debe estar vigilado las 24 horas del día además de recibir atención psiquiátrica urgente.
En mayo del 2011 fue detenido en flagrancia abusando sexualmente de un menor de 12 años en un hotel en Tantoyuca. Pero antes, en junio de 2009 y siendo diputado local por el PRD, fue denunciado penalmente por violar a una menor de edad indígena en Tempoal.
Desde el 2009 tiene al menos cinco señalamientos por presunto abuso sexual de menores. Por la violación al menor en Tantoyuca estuvo preso en Pacho Viejo, pero ya anda suelto y quiere ser alcalde de Tempoal por segunda ocasión.
Cuando la candidata Rocío Nahle fue a esa zona Celestino se le pegó como lapa como su “operador” de campaña, por lo que acarició la ilusión de ser candidato a alcalde por Morena.
Sólo que en el guinda le habrían dicho que a pesar de que aceptan cualquier clase de cascajo, la excepción es con los violadores y pederastas. Pero para sorpresa de todos, en el PVEM le guiñaron el ojo y ya es candidato a suceder a su hijo Néstor Rivera, en la presidencia municipal de Tempoal.
¿Acaso en el PVEM desconocen el negro historial criminal de este tipejo? Desde luego que no, pero a los tempoalenses nadie les quita de la cabeza que Celestino compró la candidatura y el Verde se la vendió.
Triste y deleznable actuación de este partido que desde su nacimiento no ha hecho otra cosa que medrar del presupuesto sirviendo de rémora a los partidos grandes. Pero ahora que va en solitario se vende al mejor postor como dama de la calle, sin que le importe mayormente la calidad moral del cliente.
