La de “Benito” fue muerte por negligencia

Aunque no existía fecha precisa, se especuló que la muerte del tiburón tigre “Benito” que tenía 13 años en el Acuario de Veracruz, pudo ocurrir hace un mes y no hace unos días, y no porque se tragó un anzuelo desde hace quién sabe cuánto tiempo como falsamente nos quisieron hacer creer, sino por negligencia pura. Y es que alrededor del pobre tiburón se extendió un velo de silencio.

Desde que ocurrió el hecho, el titular de la Procuraduría del Medio Ambiente (PMA), Ángel Carrizales, ordenó que todo mundo cerrara la boca “que nadie vaya a decir nada. ¿entendieron?”. Pero una mentira no se puede ocultar eternamente.

La organización Earth Mission Veracruz, fue la que descubrió el fallecimiento y lo hizo público. Sergio González Ramírez, miembro de esa organización, dio a conocer que la muerte ocurrió hace un mes; que a principios de febrero se detectó que Benito tenía “altos niveles de estrés”, que se recabó una muestra de sangre pero el tiburón entró en crisis y murió.

González Ramírez dijo textual: “Pedimos información, pero encontramos puras negativas por parte de la PMA, de hecho, ni nos tomaron en cuenta, nos ignoraron, no respondieron, y tuvimos que hacerlo por la vía formal a través de transparencia. Y con fecha del 3 de marzo, al darnos el listado de los animales ya no aparece Benito, ya no está el tiburón tigre”.

Una vez que se armó el escándalo, entonces sí la PMA emitió un comunicado donde dice que la muerte de “Benito” ocurrió el 18 de febrero, pero asegura que no se debió a “una mala práctica” de los médicos veterinarios, sino al desgarramiento de vísceras provocado por un anzuelo “garra de águila” de 7 centímetros que estaba alojado en su cuerpo antes de su cautiverio en 2013.

Pero eso es otra falacia porque de acuerdo con la misma PMA el mentado anzuelo “no se manifestó en exámenes y revisiones diversas que puntualmente se le realizaron por parte del equipo médico del Aquarium durante los 11 años 6 meses que permaneció en cautiverio”.

Bueno sería que Ángel Carrizales dé la cara para que explique lo que tenga que explicar. Y no sería mala idea que la FGE abra una carpeta de investigación por maltrato animal. Porque de que hubo negligencia, de eso no cabe ni la menor duda.