Tal vez la gobernadora Rocío Nahle no se ha enterado del negociazo que representa para Tránsito del Estado el cobro de «moches» para dejar operar a taxis como colectivos.
En teoría, no está permitido que los taxis operen como «colectivos», pero nos comentan que el Delegado de Tránsito en Xalapa estaría haciendo el negocio de su vida.
Y es que hay al menos diez puntos en Xalapa en donde operan sitios de taxis clandestinos que prestan el servicio colectivo, siendo los más conocidos los de Chedraui Caram (a un costado de Plaza Crystal), de los usuarios que necesitan transportarse hacia El Castillo, Alto Lucero, Chiltoyac. Otro es en Pípila, que trasladan personas a Naolinco y lugares circunvecinos, y el que está ubicado cerca del mercado Los Sauces, en donde ofrecen el servicio hacia Coatepec, Xico, Teocelo, Cosautlán, entre otros.
Nos comentan que el «modus operandi» es así: un líder de una agrupación de taxistas recauda el dinero (entre 5 y 10 mil pesos mensuales, o puede ser una cifra superior a esas, «lana» que aporta cada uno de los sitios de taxis), ese recurso lo entrega a una persona quien a su vez lo hace llegar presuntamente al delegado de Tránsito del Estado con sede en Xalapa. No sería mala idea que la mandataria estatal investigue eso.