Es el mismo Everardo Soto Matla.
El mismo que cuando gobernaba su esposa panista en Cosautllán y mandó a “asustar” a una comerciante que por poco muere estrangulada.
El mismo que presuntamente envía a robar vehículos de sus adversarios políticos y que -según afirman informantes- manda a “levantar” sin miramiento a personas de bien.
Ahora le tocó a un vecino de Barranca Grande, simpatizante del candidato Luis Vargas, ser atacado por Cruz Melchor Hernández, presuntamente por órdenes de Everardo, ex cuadro de elite de Miguel Ángel Yunes Linares.
Everardo se siente protegido por la delegación 14 de la Secretaría de Seguridad Pública y presuntamente tiene comprados a funcionarios de la delegación de la Fiscalía en Coatepec.
Con su chaleco de Morena camina como “guajolote”. Ahora goza de mayor impunidad.
Sin embargo, en un acto de cinismo, el candidato de Morena-PVEM en Ixhuacán de los Reyes niega los señalamientos en un comunicado que difundió en sus redes: