La historia detrás de “El cocinero”, el chef que cocinaba para el Cártel de Los Arellano Félix

Fausto Soto Miller, conocido como “El Chef” o “El Cocinero” , permanece encarcelado desde septiembre de 1996, acusado de ser una figura clave en el Cártel de los Arellano Félix y de participar en el asesinato del doctor Ernesto Ibarra Santés, subdelegado de la entonces Procuraduría General de la República en Tijuana.

Según documentos judiciales, Soto Miller confesó su relación con la organización y detalló su participación en actividades delictivas, incluyendo un intento fallido de asesinar a Amado Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”. Estas revelaciones forman parte de la causa penal 76/2000-III, llevada en el Juzgado Décimo en Materia Penal del Distrito Federal.

Un texto tomado de la colección Doble plana del periodista Jesús Blancornelas, explica que Soto Miller, quien antes de involucrarse en el narcotráfico era un reconocido chef en el restaurante de mariscos “Boca del Río” en Tijuana, fue reclutado por Ramón Arellano Félix.

Este último, líder del cártel, frecuentaba el restaurante y quedó impresionado por el talento culinario de Soto Miller, al punto de integrarlo a su círculo cercano. Con el tiempo, el cocinero dejó atrás los fogones para convertirse en un operador clave dentro de la organización criminal.

El cocinero del CAF

En su declaración ampliada, publicada por el medio especializado Semanario Zeta, Fausto narró cómo fue convocado al entonces Distrito Federal por Fabián Martínez, alias “El Tiburón” , uno de los sicarios más peligrosos del cártel. Allí se le informó sobre un plan para asesinar a Amado Carrillo Fuentes, aunque el intento no se concretó.

Además, el ex chef ofreció detalles sobre las operaciones del cártel, incluyendo el uso de inmuebles en Guadalajara como casas de seguridad donde se almacenaban recursos para sus actividades del CAF.

“En la Ciudad de Guadalajara había varios inmuebles usados como casas de seguridad para el grupo delictivo del que era integrante, en donde guardaban en su interior drogas como marihuana y cocaína, además de armas de fuego, documentos, fotografías, joyas y dinero que servían para desarrollar sus actividades ilícitas”, se lee en el texto publicado el 25 de noviembre de 2019.

Un testimonio más sobre el caso de Posadas Ocampo

Uno de los puntos más relevantes de su testimonio está relacionado con el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrido el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto internacional Miguel Hidalgo y Costilla de Guadalajara.

Según el cocinero, el enfrentamiento que resultó en la muerte del cardenal fue producto de un choque entre los Arellano Félix y el Cártel de Sinaloa.

“El veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y tres, se dirigieron al aeropuerto internacional de esa ciudad, lugar a donde en forma coincidente también llegó ‘El Chapo Guzmán’ iniciándose así el enfrentamiento en donde falleció el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, asimismo se enteró de diversos enfrentamientos que se resultaron entre el grupo de ‘Chapo Guzmán’ y los Arellano Félix”, expresa Fausto.

En su testimonio, mencionó que Ramón Arellano Félix había viajado a Guadalajara con un grupo armado con el objetivo de localizar y asesinar a Guzmán Loera, pero al no encontrarlo, regresaron a Tijuana. Sin embargo, el día del enfrentamiento, ambos grupos coincidieron en el aeropuerto, lo que derivó en un tiroteo en el que perdió la vida el cardenal.

Soto Miller también describió los movimientos posteriores al incidente. Según su declaración, tras los hechos en el aeropuerto, varios miembros del cártel, incluido Ramón Arellano Félix, se refugiaron en una casa en Tijuana antes de trasladarse a Estados Unidos, donde se escondieron en moteles.

“Arellano no hablaba bien el inglés y andaba escondiéndose, principalmente en moteluchos, temiendo que lo fueran a capturar por la muerte del Cardenal”, revela el texto de la colección Dobleplana.

Familia Soto Miller denuncia tortura y desaparición ante CIDH

En 2017, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la petición presentada por la familia de Fausto Soto Miller, quien denunció haber sido detenido ilegalmente el 12 de septiembre de 1996 por miembros del Ejército Mexicano en Guadalajara.

Según el informe, durante su retención fue trasladado por vía aérea a varios estados, incomunicado y torturado para obtener confesiones autoinculpatorias. Posteriormente, agentes federales simularon su detención el 27 de septiembre, iniciándose un proceso penal que lo condenó a 40 años de prisión.

El ex cocinero Miller argumentó que el proceso estuvo plagado de irregularidades, desde la firma forzada de declaraciones, hasta la representación legal deficiente por una defensora de oficio sin acreditación.

También presentó denuncias de tortura ante diversas instancias, incluida la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República (PGR), sin obtener respuestas eficaces, el caso fue documentado por la organización Human Rights Watch (HRW) como desaparición forzada y tortura.

Ante lo ocurrido, el Estado mexicano negó violaciones al debido proceso, defendiendo la legalidad de la detención y el desarrollo de la causa judicial. Aun así, la CIDH concluyó que los recursos legales internos fueron agotados y que las investigaciones por tortura no avanzaron, por lo que aplicó la excepción al agotamiento prevista en la Convención Americana.

FOTO:ARCHIVO/CUARTOSCURO.COM

El caso fue declarado admisible en relación con posibles violaciones a los derechos a la libertad, integridad, garantías judiciales y protección judicial. Sin embargo, para 2020, el Semanario Zeta informó que Soto Miller, identificado como miembro del Cártel Arellano Félix y apodado “El Chef”, se encontraba recluido en el penal federal de Ocampo, Guanajuato, contagiado de COVID-19.

Un ex recluso presentó un amparo alegando que no recibía atención médica adecuada. El juez federal ordenó medidas urgentes para garantizar su tratamiento, evidenciando que, casi tres décadas después de su captura, el caso de Fausto Miller sigue generando cuestionamientos sobre justicia, derechos humanos y condiciones penitenciarias. (Infobae).