José Ortiz / EN CORTO
El lunes 20 de octubre de 1997, quien esto escribe, se encontraba en el salón de Ex Presidentes del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI. Era reportero de Sur (ahora Imagen) y Diario del Istmo, medios de comunicación opositores al régimen chirino-yunista.
A las 11 horas, salió Miguel Ángel Yunes Linares, con el rostro descompuesto, y con su clásica voz en tono broncudo, informó que renunciaba a la Presidencia del CDE por los resultados obtenidos en la jornada electoral del día anterior.
Y es que para esas fechas fue un escándalo que por primera vez el PRI perdía 107 alcaldías, cifra récord en ese entonces, por lo que avergonzado Yunes Linares había decidido dimitir.
Pero tras anunciar su renuncia, Miyuli reveló una lista de los que él consideró que habían “traicionado” a su entonces partido: Fidel Herrera Beltrán, Gonzalo Morgado Huesca y Carlos Rodríguez Velazco.
Y pues esos personajes no traicionaron a Miyuli. Más bien le jugaron las “contras” al choleño quien tomó por asalto el edificio de Adolfo Ruiz Cortines para luego buscar la candidatura a la gubernatura en 1998.
Y no sólo Morgado, Fidel y Carlos Rodríguez operaron en su contra, sino también otros tantos enemigos como Gustavo Carvajal Moreno (ya fallecido) y hasta operadores al servicio de Miguel Alemán Velazco, quien a la postre fue el candidato a gobernador y triunfó en las urnas.
Tras tomar al PRI por asalto, Miyuli adujo que casi le hacía un favor a su partido al dejar la secretaría de Gobierno para irse a lidiar con las tribus priistas. “Dejé la comodidad del aire acondicionado de mi oficina en Palacio de Gobierno para irme a dirigir a mi partido”, dijo palabras más, palabras menos.
Pero no le hacía ningún favor a su partido. Todos sabíamos que desde la presidencia del CDE, Yunes pretendía construir su precandidatura a la gubernatura.
En ese tenor, contrató a mercadólogos para que le diseñaran la campaña “Va Derecho”, en la que se gastó una súper lana.
Pero además, creó un staff según el de súper lujo, que estuvo integrado de personajes como Jorge Santos Azamar, el filósofo Enrique Ampudia (aunque luego se distanciaron); Emilio Cárdenas Escobosa, Carlos Ferráez Centeno (en el área de radio), Cristina Medina (en el departamento de TV), Julio Fentanes (en prensa), entre otros.
Pues pese a ese “equipazo”, Miyuli perdió 107 presidencias municipales. En medios locales hubo cartones y caricaturas en las que se veía a Miguel Ángel portando un paraguas con la leyenda “Va derecho” y medio chamuscado por rayos y centellas, en medio de una épica y desastrosa tormenta. Y la cabeza de una nota de La Jornada: “El PRI de Veracruz sólo ganó en rancherías”.
Ese mismo día, el 20 de octubre de 1997, el encabezado principal en el Diario de Xalapa, rezaba: “Triunfó la democracia”: Patricio Chirinos. Y no se trataba de una nota firmada por algún reportero, sino una gacetilla con inserción pagada y la cual fue replicada en todos los periódicos del norte, centro y sur del estado de Veracruz.
Y pues como la historia suele repetirse, ahora con los alrededor de 116 municipios perdidos (sólo se ganaron algo así como 84 ayuntamientos), la gobernadora Rocío Nahle dijo algo similar, que ella es una mujer demócrata y que respeta la voluntad popular. Pero cómo cambian los tiempos porque hubiese sido inimaginable que Patricio Chirinos Calero hubiese salido a dar la cara ante los medios de comunicación para reconocer la derrota en 107 municipios.
Hay que reconocer que Nahle no sólo dio la cara ante los medios, sino que al final de la conferencia hasta bromeó con los reporteros: “luego se aprende más de los tropiezos”.
¿Pero el señor Zepeta dónde anda? No ha salido a dar la cara ante los medios. Siquiera Miyuli en 1997 dio una conferencia de prensa para anunciar su renuncia. Y este caradura, sinvergüenza, está esperando que le pidan su salida a la dirigencia estatal de Morena. Miyuli, con toda la mala fama que le precede tuvo más dignidad y ofreció su “cabeza” en prenda. Pero este sujeto, sigue encerrado esperando a ver si le perdonan el cochinero que dejó.
Aunque lo que tal vez desconoce Zepeta es que desde este lunes, fuentes de altísimo nivel revelaron a quien esto escribe que ya se pondera seriamente la renuncia en estos días del choapense. Dicen que también le van a pedir la dimisión a Erik Domínguez, hasta ahora subsecretario de Sefiplan, por la derrota en Papantla.
Y de Zepeta, dicen que la primer morenista del estado revisa un grueso expediente de ventas de candidaturas, de personajes que según Esteban “iban arriba” en las encuestas pero que todo era puro choro. Que si el baboso éste los nominó, fue porque le “embarraron” la mano.
Pero cómo se le ocurre a la primer morenista del estado haber ratificado a Zepeta en la dirigencia estatal de Morena si todo mundo sabía que Esteban-dido formaba parte de esa voraz e insaciable pandilla comandada por Cuitláhuac García y su primo Eleazar Guerrero. O sea, que la culpa no la tuvo el indio, sino quien lo hizo compadre. Pero bueno, la Señora está a tiempo de dar un golpe de timón y sacudirse a las ratas que la han engañado. Otro que también le ha vendido cuentos chinos a la Doña es Juan Javier Gómez Cazarín, pero de eso luego nos ocuparemos a detalle, pero ella ya lo sabe y seguramente tomará cartas en el asunto.