Algo pasó que dicen que la Gobernadora trae “congelado” al secretario de Desarrollo Económico, Ernesto Pérez Astorga.
Así que -dicen- para todo, Nahle sólo jala a Eduardo, “El Tato” Vega.
Hay varias hipótesis, pero comentan que la versión más persistente es que el intrigoso del «Tato» grilló muy fuerte al ex senador.
Pero nada de qué asombrarse. Así siempre se ha conducido “El Tato”, dando zancadillazos y patadas bajo la mesa. Desde los tiempos de Javier Duarte, Eduardo se ganaba la voluntad de los jefes a base de intrigas.
Tato debería posicionarse en el gabinete con base en trabajo y esfuerzo, pero finalmente opta por lo que le sale más fácil: dar de codazos, pero todo de manera oculta, por debajo del agua, porque Lalo jamás dará la cara para confrontar a sus enemigos políticos. Muy lamentable. Ya se verá cuánto tiempo le funciona esa estrategia con la Señora.