José Ortiz
Hay que reconocer que la gobernadora Rocío Nahle García vino a imprimirle un gran dinamismo al estado. No podremos decir que la señora vino a echarse a la hamaca. Todos los días la vemos ya sea recorriendo el estado o sosteniendo reuniones para resolver los problemas. Comparada con su antecesor, la diferencia es abismal. Nada que ver.
Pero ha habido dos áreas que no le han funcionado desde el inicio de su gestión: la que tiene que ver con la operación política y la de comunicación social. Debe ser muy frustrante para Nahle que pese a que ella rema muy fuerte en la canoa, los demás lo hacen de mala gana o simplemente no dan el cien porque ni siquiera saben cómo se deben mover los remos.
Del tema del manejo de la imagen nos ocuparemos más a detalle en otra ocasión, y por el momento nos centraremos en la operación política que ha fallado de manera escandalosa.
Iremos por parte y los vamos a enumerar:
1.- Cómo es posible que si Nahle ha realizado una extraordinaria gestión, eso no se haya reflejado en la pasada elección municipal. A ver, si bien es cierto que no fue una debacle electoral para Morena, los resultados del 1 de junio sí dejaron mal parado al gobierno estatal. Fueron muchos los operadores políticos que fallaron y hasta el momento no se ha sabido que se hayan jalado orejas o que se hayan aplicado castigos ejemplares.
2.- En el caso de la Universidad Veracruzana, los operadores políticos de Nahle se vieron muy lentos y dejaron que Manuel Huerta y su gente avanzaran a pasos agigantados en su pretensión de querer reelegir a Martín Aguilar al frente de la Rectoría. Si los operadores de Nahle hubiesen alertado a tiempo a la gobernadora de esa intentona golpista desde el interior de la Universidad, la mandataria estatal no tendría que estar ahora implorando en sus conferencias prensa que se respete la ley universitaria. Una operación política a tiempo, hubiese desactivado ese conflicto mucho antes. Pero lo dejaron correr y es el momento que no se sabe a ciencia cierta si la Junta de Gobierno, manipulada por el Rector y el grupo de Huerta se saldrán con la suya o si finalmente acatarán el exhorto de la titular del Poder Ejecutivo estatal de que impere la democracia universitaria.
3.- Aunque se pensó que Nahle iba a tener el control político de la elección en el poder judicial, finalmente sucedió todo lo contrario. Nahle y sus tontos operadores dejaron que Manuel Huerta les comiera el mandado. Así, gracias a la operación política del senador, Rosalba Hernández será la próxima presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Y no sólo eso. Varios candidatos a magistrados impulsados y propuestos por Rosalba Hernández, resultaron favorecidos con los “acordeones” que operó Huerta a lo largo y ancho del estado con su propia estructura política electoral. Varios de esos candidatos que serán magistrados obvio que le deberán el cargo a Huerta y no a Nahle. Además, algunos de ellos, vinculados familiarmente hasta con los más acérrimos críticos de la Gobernadora. Nombre o nombres de los magistrados parientes de los adversarios de la 4T los habrá en ésta u otras columnas de amigos y colegas. Al tiempo…
Aunado a la operación de Huerta, Rosalba también obtuvo muchos votos para ella y sus candidatos a magistrados en las zonas indígenas del estado, principalmente en la huasteca veracruzana, de donde es oriunda la jurisconsulta. Habrá por supuesto intentos de desmentir esta columna y negar el vínculo de Rosalba con Huerta. Tenemos un grueso expediente sobre esa relación, pero de mientras les damos unas probaditas:
El 4 de julio de 2024, el entonces senador electo Manuel Huerta Ladrón de Guevara aseguró que los legisladores buscarán integrar un texto para que exista un principio de pluriculturalidad en la reforma al Poder Judicial, ya que no contempla que ministros y jueces sean de origen indígena o afromexicanos. El entrevistado refirió que la reforma constitucional debía garantizar que existan togados de dichos orígenes para que puedan juzgar con una visión de ambos pueblos. Ante ello, prometió que estaría al pendiente de ello y llevaría la iniciativa de dichos sectores de la población para que sean tomados en cuenta en el Poder Judicial. Recordó que, a nivel nacional, el 22 por ciento de la población es indígena mientras que en Veracruz oscila entre el 20 y el 40 por ciento de aquellos que se autodeterminan indígenas. “La propuesta nacional que se está debatiendo no trae esa parte, pero ellos ya hicieron llegar (la propuesta), estuve con los compañeros de Oaxaca, con Juan Ramiro Robledo que es presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales y van a buscar incorporar en los textos algo muy sencillo. Que se integre el principio de pluriculturalidad e interculturalidad y que, obviamente, esto redunde que a la hora de definir, también puedan estar ellos presentes y tener sus representantes”, aseveró. Manuel Huerta agregó que en la historia de México existieron personajes de descendencia indígena, como Benito Juárez, quien fue juez y magistrado, mientras que en la entidad veracruzana está -dijo- “la magistrada Rosalba Hernández, formando parte del Poder Judicial de Veracruz”.
Y el pasado 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, Manuel Huerta posteó en sus redes: “En este #8M reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la igualdad y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. La Magistrada Rosalba Hernández me colocó el pañuelo morado, símbolo de la lucha feminista y la reivindicación de los derechos de las mujeres. Un recordatorio de que la transformación debe ser con ellas, por ellas y para ellas”.
O sea, que en esta guerra de “acordeones”, los más efectivos fueron los de Manuel Huerta. En el portal Versiones también publicamos días previos a la elección los “acordeones” que operadores afines a la gobernadora estuvieron distribuyendo, pero en algo fallaron porque Aurelia Lizbeth Jiménez Aguirre, su compadre y otros afines a la mandataria estatal, sí lograron algunos ser electos como magistrados, pero con votaciones inferiores a los y las candidatas de Manuel Huerta.
Pero hay algo aún peor: en reciente conferencia de prensa, Rocío Nahle reveló que el cómputo de la elección judicial tuvieron que pararlo porque en el arranque se detectaron algunas “fallas” en el sistema. La gobernadora refirió que derivado de esas “fallas”, hubo una candidata que en el inicio del cómputo ya llevaba ¡180 mil votos! Fuentes informadas nos revelan que presuntamente la candidata que llevaba esos 180 mil votos en el comienzo del conteo habría sido precisamente Rosalba Hernández, la candidata de Manuel Huerta para presidir el TSJE. Que eso fue lo que preocupó en Palacio de Gobierno y por eso ordenaron parar el recuento. Pero lo que son las cosas, aunque el conteo se optó que fuese de manera manual y no digital, finalmente Rosalba se perfila como inminente presidenta del TSJE. Hay por supuesto, muchas preguntas aún sin respuestas: ¿por qué no falló el sistema del OPLE en el PREP y en el conteo oficial de votos de la elección municipal, pero sí “falló” en el conteo de la elección del poder judicial?; ¿qué explicación puede dar el OPLE de por qué en el arranque, el sistema ya tenía “cargados” 180 mil votos a favor de una candidata? (ojo, lo de los 180 mil votos lo dijo la Gobernadora); ¿se trató de sólo una falla técnica o involuntaria del sistema o hubo mano negra?; si hubo mano negra, ¿de quién y para qué? Mueve a sospecha porque precisamente el OPLE fue muy cuestionado en la pasada elección municipal. A manera de ejemplo, el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, dijo en conferencia de prensa que el consejo municipal del OPLE en Poza Rica actuó en complicidad con Movimiento Ciudadano que a su vez se alió en ese y otros municipios con la delincuencia organizada, con un alto poder económico capaz de comprar y corromper lo que se les venga en gana. Lamentablemente, la presidenta del OPLE-Veracruz, Marisol Delgadillo, ha guardado sospechoso silencio y no ha dado una explicación convincente sobre las “fallas” en el sistema del OPLE. No sería mala idea que alguien presentara una denuncia ante la FGE y así la policía cibernética investigue si hubo manipulación o hackeo o si sólo se trató de una simple falla técnica involuntaria. Por cierto, cuando se “cayó” el sistema, la propia Rosalba Hernández acudió personalmente al OPLE para reclamar y dejó entrever -según ella- que intentaban hacer fraude. Pero como ahora ella va como segura presidenta del TSJE, pues se quedará callada y avalará los resultados que (obvio) le favorecen.
4.- Para la renovación de la dirigencia estatal de Morena, nuevamente Rocío Nahle y Manuel Huerta volverán a medir fuerzas. Ya se verá si el o la dirigente que releve a Zepeta, sale de la cuadra de Nahle o del senador. Ya se verá.