Eulalio Medina Fernández
Así lo narra Edgar Vivar, el famoso Señor Barriga:
«Recuerdo que me pagaron 2000 pesos por un solo día de filmación. Como médico ganaba apenas 800 pesos al mes. Ese primer comercial fue como una puerta que se abrió de golpe…»
“Fui muy afortunado. Estaba haciendo teatro en la universidad, simplemente por pasión, sin pensar que eso me llevaría a algo más grande. Un día, llegó un cazatalentos buscando caras nuevas, y me eligieron para hacer una prueba en un comercial. Nunca imaginé que ese pequeño momento marcaría el inicio de algo tan importante. A partir de ahí, empecé a recibir más llamados, más oportunidades… y poco a poco, el escenario se convirtió en mi destino.”
“Recuerdo que me pagaron 2000 pesos por un solo día de filmación. Para ponerlo en perspectiva, como médico ganaba apenas 800 pesos al mes. Fue un contraste tan grande que me hizo reflexionar profundamente. La vida tiene formas muy curiosas de abrirte camino, a veces sin avisar. Ese primer comercial fue como una puerta que se abrió de golpe, y detrás de ella estaba todo un mundo que ni siquiera sabía que me esperaba.”
“Con el tiempo, llegó una de las oportunidades más grandes: Roberto Gómez Bolaños me invitó a formar parte de su equipo. Él no era solo un escritor brillante; también era alguien con una enorme calidad humana, un amigo que sabía escuchar y que te hacía sentir parte de algo especial. En este medio, eso no es común, y por eso siempre le estaré agradecido. Su confianza marcó mi camino y mi corazón.”
En cambio, María Antonieta de las Nieves y Carlos Villagrán se la pasaron gran parte de sus vidas en demandas contra Roberto Gómez Bolaños.
Tal vez algún abogado diga que ambos estaban en su derecho de seguir explotando artísticamente sus personajes, pero se les olvida que el creador de los mismos fue ese gran genio llamado “Chespirito”.
Y “Chespirito” se murió sin que alguna vez La chilindrina y Quico le dijeran simplemente “Gracias”.
Así hay personas en la vida: te las pasas ayudando y sólo porque en una ocasión por alguna razón no está entre tus posibilidades ayudarlos, terminan odiándote y gritándote que los has “decepcionado”.
Pero tú que nos lees amable lector: ¿qué prefieres ser? ¿Quico y La Chilindrina?, ¿o el Señor Barriga?
Recuerda que el agradecimiento es la memoria del corazón…
Tú eliges…