Luego de que la gobernadora Rocío Nahle García afirmara que la productora Arleth Barradas fue despedida de Radio Televisión de Veracruz (RTV) porque «se le perdió la confianza», la comunicadora dijo que probablemente la mandataria estatal recibió sobre ese caso información incompleta o sesgada.
En la conferencia de prensa ofrecida este día, Nahle García negó que Arleth Barradas haya sido censurada por proponer un reportaje sobre la selva del sureste mexicano y en el cual se menciona al Tren Maya.
Y aunque admitió que no ha visto el documental, la gobernadora dijo que es «intrascendente».
Al respecto, Arleth Barradas posteó en sus redes:
ACLARATORIA PERSONAL Y RESPETUOSA
Desde mi derecho a comunicarme
A raíz de que mi publicación y de que en conferencia de prensa de hoy se mencionó mi caso, me siento con la responsabilidad de compartir esta aclaración con profundo respeto. Agradezco a cada persona que, con cariño y empatía, me ha acompañado moralmente en estos días. También respeto profundamente la investidura de la Gobernadora del Estado y entiendo que ella se encuentra en una labor de alta gestión, por lo cual no tendría por qué haber visto el documental mencionado en mi publicación , que, por cierto, no trata sobre el Tren Maya, como erróneamente se ha interpretado, tanto al parecer en su momento por las autoridades de RTV como algunos de los colegas periodistas.
Este documental explora muchas variables que afectan a la selva y a las especies que la habitan, como la fragmentación derivada de distintos desarrollos humanos: urbanos, turísticos o infraestructurales. El Tren es mencionado de forma secundaria, como parte de un contexto más amplio, que incluye a investigadores, infancias y comunidades. De ningún modo es el eje central de la narrativa.
Quisiera también aclarar, con todo respeto, que el documental fue solo el punto de partida -como dije, fue el quiebre – de una serie de prejuicios y hechos:: primero, su censura sin explicación; luego, mi aislamiento progresivo dentro de la institución; después, la falta de respuesta ante mis solicitudes para que se me asignaran funciones claras y formales. Finalmente, el despido. Todo esto se dio en una cadena de omisiones y decisiones que me afectaron profundamente, como profesional y como persona.
Al respecto, nunca se me comunicó previamente —ni verbal ni formalmente— que existiera una causa como la que ahora se menciona. Entiendo que las autoridades de Radiotelevisión de Veracruz utilizarán las justificaciones que consideren convenientes. Yo, por mi parte, he procurado siempre conducirme con ética, respeto y responsabilidad.
No soy nadie importante, y sin embargo, algo tan aparentemente “insignificante” como una servidora y un documental provocó una reacción desmedida. No lo lamento: sigo creyendo en la importancia de la divulgación, la transparencia y la función pública de los medios.
La Gobernadora no tendría por qué saber cómo ocurrieron realmente los hechos. Es claro que la información que llega hasta su oficina probablemente esté sesgada o incompleta. Ojalá, algún día, pudiera conocer la versión no solo mía, sino también la de mis compañeros y compañeras.
Porque esta historia no se trata únicamente de una persona, sino de lo que ocurre cuando se ignoran los procesos, cuando se vulnera a quienes trabajan con pasión, y cuando la censura reemplaza al diálogo.
Gracias por leer. Seguimos