Tras la inminente salida de Esaú Valencia de comunicación social de la Legislatura, se prevé una transición tersa, sin sobresaltos.
Esaú y Silverio Quevedo no tienen tan mala relación. Ambos coincidieron como reporteros en el periódico Imagen de Veracruz, el cual en un principio se llamó Sur de Veracruz.
Circula una foto en redes en la que se observa a ambos dialogando.
Coincidimos con Esteban Bautista: Esaú es una extraordinaria persona. Pero para desempeñar esos cargos no basta ser la Madre Teresa de Calcuta, sino también saber mover el abanico. A Esaú se lo tragó la grilla, la insidia y los intereses ocultos. Y si aparte descuidó la estrategia, pues se le puso de a pechito a sus enemigos.
Llega Silverio y se espera que haya un cambio en el estilo de comunicar en la Legislatura. A ver qué pasa. Estaremos observantes.
