Como si se tratara de un reality show, dicen que sí es cierto eso de que aparte de las cámaras de videovigilancia, habrían colocado otros dispositivos para grabar en video a los empleados de Sefiplan, lo que constituiría no sólo una violación a sus derechos laborales sino también a sus derechos humanos.
De confirmarse al cien por ciento esa versión, sería un escándalo mayúsculo pues exhibiría a un gobierno que -aparte de violar derechos de los servidores públicos- es proclive a la paranoia y que desconfía hasta de su propia sombra.
Fuentes de Sefiplan refieren que la justificación o argumentos que en corto han esgrimido los mandos superiores es que muchos empleados y empleadas no cumplen con su horario laboral o que se salen a cada rato descuidando sus funciones para lo cual les pagan con los impuestos de los veracruzanos.
Asimismo, los jefes se quejan de que algunos empleados o empleadas hacen su propia vendimia en sus espacios laborales, pues les venden a sus compañeros café, galletas, golosinas, frituras, jugos, refrescos, pambazos u otros artículos de uso personal.
No dudamos que haya esos excesos de parte algunos burócratas en Sefiplan -algo similar hacían o hacen en las oficinas centrales de la SEV- pero tampoco se justifica que los anden grabando sin su consentimiento.
A ver qué pasa…






