El Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel 2025 fue dividido este lunes entre Joel Mokyr, a quien de concedió la mitad del premio, y la otra mitad fue para Philippe Aghion y Peter Howitt, “por haber explicado el crecimiento económico impulsado por la innovación”.
De acuerdo con el comunicado de la Real Academia Sueca de Ciencias, Joel Mokyr, neerlandés de 78 años y que actualmente está en la Universidad de Northwestern, recibió el galardón “por haber identificado los prerrequisitos para el crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico”.
Por su parte, el francés Philippe Aghion, del Colegio de Francia, la organización INSEAD y la London School of Economics, Reino Unido, y el canadiense Peter Howitt, que actualmente está en la Universidad de Brown, tuvieron la otra mitad “por la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción creativa”.
La Academia Sueca explica que la base del crecimiento económico sostenido depende del avance de la tecnología, «con nuevos productos y métodos de producción que reemplazan a los antiguos en un ciclo interminable», lo cual «se traduce en una mejor calidad de vida, salud y bienestar para las personas de todo el mundo».
Sin embargo, durante la mayor parte de la historia de la humanidad, «el estancamiento fue la norma».
Por medio de fuentes históricas, Mokyr descubrió las causas de que «el crecimiento sostenido se convirtiera en la nueva normalidad», y demostró que, para que las innovaciones se sucedieran en un proceso autogenerado, no solo necesitamos saber que algo funciona, sino también tener explicaciones científicas de por qué lo hace.
«Esto último a menudo faltaba antes de la revolución industrial, lo que dificultaba el desarrollo de nuevos descubrimientos e invenciones. También enfatizó la importancia de que la sociedad esté abierta a nuevas ideas y permita el cambio», explica la Academia en el comunicado.
La otra mitad del Premio Nobel de Economía
Philippe Aghion y Peter Howitt también estudiaron los mecanismos detrás del crecimiento sostenido, pero desde otro punto de vista. «En un artículo de 1992, construyeron un modelo matemático para lo que se denomina destrucción creativa: cuando un producto nuevo y mejorado entra al mercado, las empresas que venden los productos más antiguos salen perdiendo».
Además, explica la Academia, «los galardonados muestran cómo la destrucción creativa genera conflictos que deben gestionarse de forma constructiva. De lo contrario, la innovación se verá bloqueada por empresas consolidadas y grupos de interés que corren el riesgo de verse perjudicados».






