Entre los casos más graves destacan la agresión contra la señora Reyes, mujer en silla de ruedas que fue empujada, amenazada y despojada de el celular de una de sus hijas, así como la lesión de un joven con el brazo dislocado tras ser lanzado contra una valla metálica. Ambas agresiones fueron documentadas por adn Noticias y TV Azteca.
El gremio periodístico también resultó afectado, con reporteros alcanzados por gases, piedras y empujones.
¿Qué ocurrió en los momentos más violentos del operativo?
Los hechos se concentraron en unos 30 minutos cuando un grupo radical derribó las barreras de seguridad. La reacción policial incluyó gases lacrimógenos, polvo químico y objetos contundentes. Aunque no hubo detenciones masivas, sí hubo agresiones indiscriminadas contra familias, adultos mayores y periodistas que se encontraban grabando.
Videos mostraron a policías avanzando sin distinguir entre encapuchados y civiles que intentaban retirarse. La presión del operativo provocó crisis nerviosas, caídas y lesiones en varios puntos del Zócalo.
Agresión, amenazas y robo contra una familia vulnerable
Organizaciones civiles exigieron una investigación por abuso de autoridad, agresión física y robo.
TV Azteca difundió el momento exacto en que un joven fue empujado por granaderos contra una valla metálica, provocando una luxación en el codo izquierdo. Paramédicos del ERUM confirmaron la lesión y lo trasladaron al hospital.
El medio también reportó a Luis Ángel, herido en la cabeza por una piedra lanzada por un uniformado, lo que refuerza el patrón de violencia física contra manifestantes desarmados.
Periodistas agredidos en ataques directos al trabajo informativo
TV Azteca denunció que Ricardo Pérez y Antonio Huitzil, reporteros de Fuerza Informativa Azteca, fueron golpeados y alcanzados por gases y piedras mientras cubrían la protesta. Las imágenes muestran a ambos recibiendo atención por irritación ocular y contusiones.
Agreden, amenazan y roban a familia que participó pacíficamente en la marcha de la Generación Z
adn Noticias también reportó agresiones contra su equipo, desde empujones, exposición directa a gases y obstrucción del trabajo periodístico. Otros periodistas independientes reportaron mareos, irritación respiratoria y golpes tras quedar atrapados entre los escudos policiales.
Con estos casos, el saldo de víctimas aumenta entre 15 y 22 lesionados.





