En una decisión trascendental, Warner Bros. Discovery anunció el viernes que ha acordado vender sus activos de streaming y estudios a Netflix en una operación valorada en 82,700 millones de dólares, lo que sienta las bases para una de las fusiones más importantes y trascendentales de la historia moderna de Hollywood.
Si las autoridades reguladoras federales la aprueban, la transacción promete crear un nuevo gigante del entretenimiento y medios de comunicación, uniendo el mayor destino de streaming del mundo con un estudio cinematográfico con 102 años de historia.
La cartera de Warner Bros. incluye HBO, la plataforma de streaming HBO Max y la franquicia cinematográfica Harry Potter. Netflix, hogar de Stranger Things y Squid Game, cuenta con más de 300 millones de suscriptores de pago en más de 190 países.
“Nuestra misión siempre ha sido entretener al mundo”, afirmó Ted Sarandos, codirector ejecutivo de Netflix, en un comunicado de prensa. “Al combinar la increíble biblioteca de programas y películas de Warner Bros., desde clásicos atemporales como Casablanca y Citizen Kane hasta favoritos modernos como Harry Potter y Friends, con nuestros títulos que definen la cultura, como Stranger Things, KPop Demon Hunters y Squid Game, podremos hacerlo aún mejor”.

“Juntos, podemos ofrecer al público más de lo que le gusta y ayudar a definir el próximo siglo de la narración”, añadió Sarandos.
La adquisición de Warner Bros. por parte de Netflix marcaría el inicio de una nueva era para Hollywood, que ha pasado de ser un negocio centrado en la exhibición cinematográfica a una industria cada vez más digital. La adquisición consolida el dominio del mercado de Netflix y amplía la biblioteca de contenidos de la empresa, que se enfrenta a gigantes tecnológicos como YouTube y TikTok.
El acuerdo daría a Netflix acceso a propiedades intelectuales populares y lucrativas, como los personajes de DC Comics, entre ellos Batman y Superman; la saga televisiva Game of Thrones; y un vasto tesoro de títulos que abarca desde la era clásica de Hollywood hasta la de las epopeyas fantásticas impulsadas por la tecnología CGI.
En los días previos al anuncio, Netflix intentó tranquilizar a la comunidad creativa prometiendo, según se informó, estrenar las películas de Warner Bros. en cines tradicionales. Sin embargo, muchos cineastas se muestran profundamente escépticos con el modelo de negocio de Netflix, que da prioridad a la distribución en streaming frente a los estrenos en salas de cine. La compañía suele estrenar solo un puñado de títulos en cines selectos durante periodos cortos.
En un comunicado de prensa emitido este viernes en el que se anunciaba el acuerdo, las dos empresas afirmaron que la adquisición se realizaría mediante una combinación de efectivo y acciones que valoraba Warner Bros. Discovery en 27.75 dólares por acción, con un valor empresarial de 82,700 millones de dólares y un valor patrimonial de 72,000 millones, teniendo en cuenta la deuda de Warner Bros.
Al cierre de la jornada del jueves, la capitalización bursátil total de Warner Bros. Discovery —el valor de la empresa basado en el precio de sus acciones— era de 60,000 millones de dólares.
El tamaño de la oferta de Netflix por las divisiones de streaming y HBO de Warner fue sorprendente, ya que el gigante pagó 72,000 millones de dólares solo por esas dos divisiones, más que el valor de mercado actual de toda la empresa, que asciende a 60,000 millones. Para ayudar a completar la parte en efectivo del acuerdo, Netflix contó que solicitaría un préstamo puente de 59,000 millones a tres grandes bancos.
Warner Bros. Discovery, lastrada por miles de millones en deuda y un crecimiento mediocre en streaming, se puso oficialmente a la venta en otoño. Entre los interesados en la empresa se encontraban Paramount Skydance y Comcast, que presentaron sus ofertas en un proceso en gran parte secreto. (Comcast es propietaria de NBCUniversal, la empresa matriz de NBC News).
“El anuncio de hoy une a dos de las mayores empresas de narración de historias del mundo para llevar a más personas el entretenimiento que más les gusta ver”, declaró David Zaslav, presidente y director ejecutivo de Warner Bros. Discovery, en un comunicado de prensa.
“Durante más de un siglo, Warner Bros. ha emocionado al público, captado la atención del mundo y dado forma a nuestra cultura”, añadió Zaslav. “Al unirnos a Netflix, nos aseguraremos de que personas de todo el mundo sigan disfrutando de las historias más resonantes del mundo durante generaciones”.
La alianza no incluiría los canales de cable propiedad de Warner, como CNN, TNT y TBS.
Paramount era considerada por muchos como la favorita en la guerra de ofertas debido a los amplios recursos económicos y los vínculos políticos de la empresa. El presidente y director ejecutivo de Paramount, David Ellison, es hijo del magnate de Silicon Valley Larry Ellison, amigo del presidente, Donald Trump.
La unión corporativa entre Warner Bros. y Netflix aún se enfrenta a posibles investigaciones antimonopolio y retos políticos.
A finales de noviembre, tres senadores —Elizabeth Warren, por Massachusetts; Bernie Sanders, por Vermont, y Richard Blumenthal, por Connecticut— enviaron una carta a la División Antimonopolio del Departamento de Justicia advirtiendo de que cualquier posible fusión de Warner Bros. podría verse empañada por “favoritismo político y corrupción”.
El representante Darrell Issa, republicano por California, envió una carta a la fiscal general, Pam Bondi, ese mismo mes, advirtiendo que la fusión de Netflix con HBO Max crearía una empresa con más del “30% del mercado del streaming: un umbral que tradicionalmente se considera problemático según la ley antimonopolio”.
A principios de diciembre, un grupo anónimo de “productores de largometrajes preocupados” envió una carta al Congreso instándoles a oponerse públicamente a la oferta de Netflix y a someter el posible acuerdo al “máximo nivel de escrutinio antimonopolio”, de acuerdo con Variety.






