NI SOBRA EL QUE SE QUEDA, PERO NI FALTA EL QUE SE VA

CAFÉ DE MAÑANA

Por José Luis Enríquez Ambell

NI SOBRA EL QUE SE QUEDA,
PERO NI FALTA EL QUE SE VA

En horas recientes, la Gobernadora Rocío Nahle, según difundieron diversos medios, declaró: “Estamos trabajando, estoy trabajando con colaboradores muy bien, pero quien no pueda o no quiera o algo, pues ni modo, nosotros vamos a seguir avanzando. Pero al momento, estamos trabajando bien”. Sin que estas líneas hayan sido desmentidas, y al ser así, nos reconfirma que son auténticas.

Ahora bien, decía don Jesús Reyes Heroles, al referirse a cambios en el tablero oficial del recurso humano: “Si está trabajando bien, ¿para qué lo quitas?; y si está trabajando mal, ¿para qué lo promueves?”.

La rumorología veracruzana suele mover a los actores políticos de sus puestos, en pláticas de café y sitios de concentración social, entre verdad, mentira e inventos —sanos e insanos— que solo generan morbo.

La movilidad en los mandos medios y superiores del gabinete de la Gobernadora Rocío Nahle, desde un principio en su administración, se estableció bajo un criterio: estarían siendo evaluados frecuentemente, en busca de evitar a toda costa un divorcio entre su gobierno y su equipo con la población, entendida como comunidad a la que se le debe atender de manera oportuna y eficiente.

Y es que los perfiles en esos mandos – no todos – parecerían obedecer a compromisos, pero no conocen de la sensibilidad social, humana y política, y a veces menos sobre el tacto y contacto que se requiere en la administración pública del régimen y estilo de Nahle. De ahí que viene advirtiendo que estará metiéndose más en las acciones y actuación de sus colaboradores, sin que eso signifique estar a disgusto con ellos o que esté por hacer cambios; pero sí ha dejado en claro, con firmeza, que quien tenga intención de atender otros planes de trabajo profesional contará con la libertad y el apoyo de ella.

Habrá que decir también que, como en todos lados y en otros sexenios, suele observarse la carencia de eficacia en algunos perfiles, en el día a día y en lo que va del sexenio, pues al parecer algunos no han logrado mantener un buen trato político con otros actores. Los diputados y diputadas en las comparecencias recientes se quejaron de varios titulares de despacho por no atenderlos; en ese sentido, la población abierta y otros servidores, como ediles, se quejan igual o peor.

Los colaboradores de Nahle deben tener presente lo dicho por su jefa al rendir protesta el primero de diciembre de 2024: “Les ofrezco ser y encabezar un gobierno más de territorio que de escritorio”.

El eslogan relativo a “poner a Veracruz de moda” lleva implícita la necesidad de mejorar la gestión pública para atender y resolver demandas sociales y ciudadanas. Aquí es donde todo el gabinete legal y ampliado, así como sus equipos de trabajo en cada sector, deben adaptarse en la implementación que lleve a optimizar los tramos de control, con la mayor transparencia y rendición de cuentas, y así responder a la exigencia ciudadana. Y es que en algunos sectores del gobierno hay quienes aún no se adaptan a los nuevos tiempos de la construcción del segundo piso de la transformación.

Hace algunos meses, la ingeniera Nahle fue clara al declarar que, si desde la población se acercaban y se quejaban de algunos de sus colaboradores, era una muestra de que no se estaba haciendo bien la tarea por parte de algunos miembros de su equipo. “Así pues: el que avisa no engaña”.

DE SOBREMESA

Desde enero pasado, la ingeniera Rocío Nahle dijo que si la buscan y se quejan de algunos de sus colaboradores es porque no los han estado atendiendo. Les recordó que el pueblo de Veracruz la ha contratado por seis años y necesita que su equipo vaya junto con ella a todos los rincones de la entidad para servirle a la gente, y constatar diagnósticos en el campo de cada sector, de la mano con la vertiente humanista que ha venido impulsando la Presidenta Sheinbaum.

UN CAFÉ LECHERO LIGHT

Los gobiernos actuales, con mayor frecuencia, se van ajustando a la nueva realidad y con ello a las nuevas políticas, donde el desgaste entre sus elementos humanos suele ser de mayor intensidad, y el empuje social lo provoca tarde que temprano ante las exigencias de la época.

La administración pública enseña y fortalece conceptos; debe entenderse como el inicio del proceso del primer año sexenal, por lo que las piezas se van reacomodando, y con eso también blindarse por un lado y apuntalarse por otro.

Y es que los cimientos, aun por muy sólidos que sean, el contacto social los erosiona en algún momento.

¡ES CUANTO!

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