LA ‘ALTERNANCIA’ PRIISTA

Puntuales llegaron a la cita, en la Ciudad de México, con el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, los siete aspirantes a la gubernatura de Veracruz: Héctor Yunes Landa, José Francisco Yunes Zorrilla, Alberto Silva Ramos, Erick Lagos, Jorge Carvallo Delfín, Tomás Ruiz y Adolfo Mota Hernández.
El objetivo era firmar el Acuerdo de Unidad, que como en otras entidades ya se ha signado pero, además, para poner, de una buena vez por todas, en orden al priismo veracruzano, después de amenazas veladas de irse a otros partidos y berrinches partidistas de algunos de ellos.
Una vez que todos plasmaron su firma en el documento, Manlio Fabio aprovechó el momento para darles a conocer la decisión final del Comité Ejecutivo Nacional: el candidato priista a la gubernatura de Veracruz será Héctor Yunes.
¿Por qué el senador Yunes Landa? Por sus décadas de militancia, su amplia trayectoria política y, porque según diversas encuestas, es el único que en estos momentos tan difíciles para el estado, podría garantizar el triunfo al PRI en Veracruz. Acto seguido: la foto oficial, todos sonrientes alrededor del líder nacional y quién será el único que se inscribirá como precandidato una vez que se emita la convocatoria este viernes. Así, finalmente, salió humo blanco en el Revolucionario Institucional.
Horas después, el propio gobernador Javier Duarte lo corroboraría personalmente ante los medios de comunicación. Entrevistado en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) donde signó un convenio con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el mandatario veracruzano reconoció como acertada la decisión de su partido al designar al senador Héctor Yunes como candidato a la gubernatura.
Duarte reiteró que esta determinación representa una de las fortalezas del PRI, y reconoció y felicitó al resto de los aspirantes quienes –dijo– antepusieron sus intereses personales en aras de un candidato fortalecido por medio de la unidad.
“Felicito al senador Héctor Yunes Landa por esta designación, y también felicito a todos que de alguna u otra manera coincidieron en esta fortaleza que significa la unidad al interior de este instituto político; habla de la madurez, habla de la altura de miras y de la fortaleza que existe en esta institución por anteponer la unidad ante cualquier interés personal”, expuso.
Al virtual candidato priista lo consideró como un excelente activo del partido, fiel a sus convicciones y con las causas de Veracruz, por lo que adelantó que hará un buen papel en la elección. “El senador Héctor Yunes se ha caracterizado por su imperiosa fortaleza y su activismo en pro de las causas de la sociedad veracruzana y, en ese sentido, creo que habrá de desarrollar un papel importante en esta contienda”, subrayó.
¿Usted está contento con la designación?, le preguntaron. “Yo estoy muy contento”, respondió.
¿Javier Duarte perdona las declaraciones por el asunto de la caña (de pescar)?, le inquirieron los reporteros, a lo que comentó: “No tengo nada que perdonar. He sido claro. Lo respeté y lo dije ese mismo día: respeto las expresiones y lo acabo de comentar, el senador Héctor Yunes se caracteriza siempre por su ánimo y convicción clara y su participación, estoy seguro que va a hacer un gran papel en esta contienda electoral, y repito, no tengo nada que perdonar; al contrario, lo respeto y lo valoro como una persona fiel a sus convicciones y fiel a lo que son los postulados que nos identifican dentro de un instituto político”.
En cambio, el Comité Directivo Estatal del PRI que preside el diputado federal Alberto Silva no hizo ningún tipo de pronunciamiento sobre el consenso a favor de la precandidatura de Yunes Landa.

En un comunicado difundido la tarde-noche por el CDE priista, sólo se consigna textualmente lo siguiente:
“En reunión con la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy del Mazo, Héctor Yunes Landa, José Yunes Zorrilla, Erick Lagos Hernández, Alberto Silva Ramos, Tomás Ruíz González, Adolfo Mota Hernández y Jorge Carvallo Delfín se comprometieron a firmar el Acuerdo de Unidad por el Futuro de Veracruz.
“En el encuentro, los aspirantes a gobernar la entidad expresaron su consentimiento para construir un proceso de unidad con inclusión al igual que se ha estado promoviendo en otras entidades, pues el momento político nacional así lo exige y es lo que más conviene al partido para enfrentar el proceso electoral del año próximo en Veracruz.
“De esta manera los signantes del acuerdo asumieron el compromiso de apoyar el registro de uno solo de ellos como aspirante en el momento que el partido emita la convocatoria, conforme a los procedimientos estatutarios, y se consulte a los sectores y organizaciones nacionales de PRI.
“Manlio Fabio Beltrones expresó su reconocimiento a la trayectoria partidista y la amplia experiencia tanto en el servicio público como en cargos de elección popular de dichos militantes, destacando que desde los diferentes frentes en que se han desempeñado, han actuado con una enorme rectitud, eficiencia y lealtad a México.
“Afirmó que hoy más que nunca es momento de demostrar la responsabilidad partidista y el compromiso con el futuro de Veracruz para que esa importante entidad de la Republica continúe por la senda de la modernización y desate todo el potencial de progreso que puede aportar a la transformación nacional.
“El acuerdo fue firmado contando con la asistencia del Delegado Regional del Partido, Manuel Cavazos Lerma, y de Jesús Medellín Muñoz, Delegado del PRI en el estado, e integrantes del CEN.” Y tan, tan. Eso fue todo. Ni una mención sobre Yunes Landa, quien a través de su cuenta oficial de Twitter @HectorYunes, se declaró “listo” para encabezar la candidatura de unidad para el proceso electoral y la jornada electoral del 5 de junio.
El aun senador de la República reiteró que “Con unidad, estoy listo #Veracruz!”, para contender en la que será “la madre de todas las batallas”.
Yunes Landa, como ya se sabe, nunca fue el aspirante priista favorito de Javier Duarte para sucederlo en la gubernatura. Sin embargo, las circunstancias –pero por supuesto que también la tenacidad, el activismo permanente y la estructura de Alianza Generacional que el legislador nativo de Soledad de Doblado fortaleciendo para su causa desde el sexenio pasado– han terminado por colocarlo como la opción más viable para el PRI pese al rechazo inicial del grupo en el poder, que originalmente arribó en 2004 con el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y luego, desde 2010, continuó con Duarte de Ochoa.

Y es que aunque el diputado Silva Ramos –considerado el verdadero “delfín” de Duarte–, ha tratado de minimizar a la recién avalada alianza PAN-PRD que presuntamente desde el gobierno estatal trataron de hacer abortar, lo cierto es que dicha coalición de izquierda y derecha sí le representa al grupo gobernante, sobre todo a sus miembros más corruptos, un serio riesgo para sus intereses patrimonialistas y tranquilidad personal, ya que quien se perfila como virtual candidato de ese frente opositor es Miguel Ángel Yunes Linares, el cual también tiene mucha cola que le pisen pero cínicamente viene manejando un estridente discurso contra la impunidad de los funcionarios que están por irse y que le podría funcionar para cachar decenas de miles de “votos de castigo” contra la administración estatal.
Así que ante la seria amenaza de que la alianza PAN-PRD encabezada por Yunes Linares pueda romper por fin la hegemonía priista que durante 86 años ha ejercido el poder en Veracruz, al grupo de Herrera Beltrán y Duarte de Ochoa no les ha quedado de otra más que aceptar la “alternancia” pero al interior del PRI, cediéndole el paso a Héctor Yunes para “prestarle” la próxima gubernatura para una fugaz gestión de sólo dos años.
El problema para Yunes Landa es que saldrá a hacer campaña con camisa de fuerza, condicionado a no echar mano del discurso crítico que hasta hace unos meses vino manejando contra la administración duartista y que lo posicionó como el mejor aspirante priista, bien visto inclusive por algunos simpatizantes de la oposición.
En cambio, su primo hermano tendrá toda la libertad para arremeter en contra de los gobiernos de Herrera Beltrán y de Duarte de Ochoa, reprobados por el grueso de la ciudadanía veracruzana a causa de los altos índices de inseguridad, de la corrupción y enriquecimiento inexplicable de algunos de sus funcionarios, así como por la elevada deuda pública que ha retrasado los pagos a contratistas y proveedores; de las pensiones, sueldos y prestaciones a la burocracia, y de los subsidios a la Universidad Veracruzana.
Ha trascendido, por ejemplo, que este miércoles 13 en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) se habría convocado a todos los jefes y directores administrativos de las dependencias estatales para notificarles acerca de algunos ajustes al gasto corriente que están por realizarse, entre ellos un fuerte recorte a la nómina gubernamental.
Según información extraoficial, ¡estarían por despedir a alrededor de 4 mil empleados!, cuyos votos –¿multiplicados por cuántos más, si se incluyen los de sus familiares, vecinos y amigos más cercanos?– podrían ser de “castigo” para el candidato del partido que gobierna Veracruz.
Lo mejor que les podría pasar es que todos esos sufragios antipriistas se diversificaran entre otros partidos y candidatos de oposición, y no fueran captados por Yunes Linares, de la alianza PAN-PRD. Porque, entonces sí, ¡que Dios los agarre confesados!