Vaya recibimiento el que le dieron al flamante nuevo director general de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya.
En el portal La Silla Rota, que dirige el periodista Roberto Rock, salió a relucir que el funcionario incurre en conflicto de interés para ocupar ese cargo, ya que su padre, el empresario José Antonio González Pereyra, es ni más ni menos que contratista de la empresa productiva del Estado en la ciudad de Coatzacoalcos.
De paso, destacan que González Pereyra también ha sido señalado como socio en negocios inmobiliarios del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.
Definitivamente, eso es peor que ser concuño de Carlos Salinas.