Un aluvión de críticas se ha llevado el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”, por su pobre y tardía actuación en la crisis ocasionada por el motín en el penal de Topo Chico, donde murieron, oficialmente, 49 reos.
En su primer reto real como mandatario, “El Bronco” dejó en claro que no es lo mismo echar bravatas en campaña que cumplir una función de gobierno, que va más allá del glamour del poder. Así que tendrá que hacer mucho más que decir ocurrencias y groserías para cumplir con las expectativas de los ciudadanos que lo eligieron.
Y así sueña con ser candidato presidencial. Que Dios nos agarre confesados.