El “Chapo” Guzmán se queja de que lo tienen supervigilado, pero qué esperaba después de burlar la vigilancia y escapar de la prisión en dos ocasiones. Según su abogado, Juan Pablo Badillo Soto, cuando vio al capo, éste le aseguró: “me mantienen con una tortura terrible, no me dejan dormir, me pasan lista en la noche cada dos horas, a veces cada hora, con gritos estridentes; me están volviendo loco, me quieren convertir en un zombi, haga algo”.
En entrevista con Grupo Imagen Multimedia, el abogado Badillo dijo que después de varias horas se le autorizó el ingreso, el cual presuntamente no se la había otorgado bajo el argumento de que no estaba en la lista de las personas que el mismo Guzmán Loera autorizaba entrar.
“Luego de darme un abrazo, me dice: ‘Gracias, licenciado (…) yo lo anoté desde el primer día, a la licenciada Cinthya y al licenciado Granados y al licenciado Cuco –Refugio Rodríguez-; son mis 4 abogados´”, relató Badillo.
De acuerdo con Badillo, a “El Chapo” se le están violando sus derechos constitucionales pues sólo se le permite ver a sus abogados una vez por semana por un lapso de media hora, mientras que la ley señala que todos los internos tienen derecho a elegir a los abogados que quieran y entrevistarse con ellos cuanto sea necesario.