“No es la forma de gobierno lo que constituye la felicidad de una nación,
sino las virtudes de los jefes y de los magistrados.” – Aristóteles.
Tipo sencillo, amable, autocalificado como melómano consumado, lector infalible, amante de la administración tanto privada como pública, la cual ha sabido compaginar con un amplio conocimiento de la psicología humana, ese es Armando Méndez de la Luz, un político xalapeño que aspira a gobernar a Veracruz.
Catedrático muchos años de la Universidad Veracruzana (UV) de la cual es egresado de la Facultad de Comercio con el título de Licenciado en Administración de Empresas – de la cual sueña o aspira convertirse en rector, como alguna vez se lo aseguró el propio ex gobernador de Veracruz, Fernando Gutiérrez Barrios-.
Casado con Dulce María Dauzón, empresaria xalapeña, recorre la entidad con el sueño y el afán de rescatar al estado de la serie de vicios y privaciones a las que un puñado de malos políticos la sumió a lo largo de los últimos 14 años.
Cuestionado sobre su relación con Dante Delgado, líder nacional de Movimiento Ciudadano (MC) asegura que la lealtad es un tema que se demuestra día con día, asegura que la misma es estupenda.
Para el precandidato del MC el ser político es una actividad que se deberá siempre ejercer “con la firme convicción de que se gobierna con calidad moral o no se gobierna. El que cree que gobierna mintiéndole a la gente, se engaña a sí mismo, pero no a los ciudadanos”
La visión actual del estado es resumida por el ex alcalde de Xalapa, como el saqueo demencial que han sufrido los veracruzanos. La corrupción ha permeado todas las áreas de gobierno: En el sector salud, por sólo citar un ejemplo, los hospitales carecen de medicamentos, reactivos y materiales de curación, cosa que no puede ocurrir, es una verdadera aberración, pero más un crimen de estado lo que se está haciendo con la ciudadanía.
Armando Méndez asegura que “en todos los cargos que he desempeñado he tenido tres principios rectores que han orientado mi acción: primero, cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad; segundo, mayor participación ciudadana en la toma de decisiones del gobierno y tercero, anteponer el mérito al privilegio en el desempeño de los cargos públicos, lo que él define como “meritocracia” pero que pudiera traducirse en un servicio civil de carrera, profesional y funcional.
En entrevista con este reportero, el ex senador de la República afirma que se debe impulsar una política de Cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad, ya que de nada sirve nombrar a los mejores expertos en la materia si no hay un verdadero compromiso con el cumplimiento de la ley desde el mismo gobierno. “Cuando el jefe no le entra a la corrupción, ésta se abate significativamente; cuando el jefe se corrompe, todos roban y los que pagan las consecuencias son los ciudadanos”.
Por último, el también ex diputado local advierte que ninguna sociedad debe estar gobernada por “políticos narcisos” que pretendan ponerse al frente de los proyectos de estado, sino de aquellos que camine a la par de su gente, y que gobierne con la decisión del pueblo y bajo el consenso ciudadano.
De este modo el militante fundador de Movimiento Ciudadano pretende ser gobernador de la entidad, acaso el destino y la coyuntura política que enfrenta Veracruz lo ponga en la antesala de la gran hazaña, y así poder dar por cierta su afirmación de “Soy Armando Méndez de la Luz y quiero gobernar a Veracruz” ¿será?
Al tiempo.
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