Se acaba la maldición jarocha. Ganó “El Tibu”

El inusual granizo en la víspera del encuentro. Los shamanes que llevó Fidel Kuri Grajales a hacer un ritual en “El Pirata”. El misterioso tropezón de Rafael Márquez sobre Emilio López que encaminó el destino del partido. El tabú de Gerardo Lugo de dar la espalda al cobro de Gabriel Peñalba.
Todo, absolutamente todo valió y valdrá a partir de ahora para los Tiburones Rojos. Ganaron. Eso es lo que cuenta. Un 3-2 sobre el Atlas que sabe a gloria tras nueve fechas sin saber qué era el triunfo en el Clausura 2016 de la Liga MX.
Además, los escualos se levantaron en dos ocasiones de sendos golazos de los Rojinegros y justo cuando los escualos eran más en la cancha. El primero al 32′ con una firma de Alfonso González en la media distancia, con potente tiro que doblegó al “Matute”.
Y luego, en el complemento, después de que el local había empatado gracias al remate de Horacio Cervantes, quien aprovechó el débil rechace de Ustari. Y apareció Dieter Villalpando para poner en jaque nuevamente a los de Carlos Reinoso. Desparramó a Paganoni y soltó preciso disparo que superó el movimiento del portero al 58.
Pero “El Tibu” no se rindió. Lo quiso y lo pudo. Arriesgó “El Maestro”. Ingresó a Emilio López y Enrique Esqueda. “El Paleta” tenía seis minutos en la cancha y se encontró una “velita” por un mal rechace atlista. No dudó y remató de primera para igualar el encuentro.
Parecía que el Veracruz volvería a empatar en casa, hasta que un extraño tropiezo de Márquez con “la hormiga” y arrolló a López. No dudó el árbitro. Marcó penal.
Se paró Peñalba ante la pelota. Cobró con autoridad. “El Pirata” estalló como no lo había hecho en el año.
Con nerviosismo se llevaron al cabo los últimos minutos del compromiso hasta que se oyó el pitazo final que le dio el primer triunfo al Veracruz en el torneo para llegar a nueve puntos y motivarse a encarar al Pachuca en los cuartos de final de la Copa y en la jornada 11 de la Liga.