Fue un mero trámite, pero lo quisieron politizar

Se sabe que el trabajo de un ayuntamiento es atender las solicitudes de los ciudadanos en particular, y de las organizaciones de cualquier índole, en lo general; tal circunstancia aconteció con una petición que fue planteada a la administración Poo, para utilizar un lugar público del municipio, donde se realizaría un evento político partidista.
Los cauces y canales se hicieron conforme a la norma; sin embargo, no deja de sorprender la ventaja que la oposición y su abanderado quisieron sacar a raja tabla.
Exponer, evidenciar (aún sin lograrlo) al munícipe porteño, y ventilar un documento en el que se “demuestra” que Poo Gil se “encontraría” trabajando a favor de sus causas y aspiraciones, es sinónimo de desesperación por parte de quienes quieren exhibir al alcalde.
Nada más alejado de la realidad que dicho borrego.
Es cuestión de hacer memoria:
Si alguien sufrió el uso indebido de la “justicia”, incluso la persecución, por la mano autoritaria de quien hoy se ostenta como abanderado de PAN-PRD, para el proceso de renovación del poder ejecutivo estatal, fue el actual alcalde de la principal ciudad del Estado, Veracruz.
Basta recordar el trato agresivo e injusto que en el chiriyunato, el hoy candidato panista propinó a la familia del actual presidente municipal.
Al parecer, el abanderado albiamarillo no recuerda un encuentro registrado en una fecha grande del último mes del año, cuyos protagonistas fueron el candidato de la alianza PAN-PRD, el padre del actual presidente municipal, y el alcalde mismo, además un importante empresario de los medios de comunicación. Allí, el hoy calumniador, se dice, reconoció el error que cometió con el trato insensato hacia la familia Poo; ofreció disculpas y extendió la mano.
Muchas cosas hay en la memoria de Ramón Poo, quien ha demostrado, por cierto, que no se mueve a base de odios, rencillas e ira; así las cosas, da pena observar que al abanderado aliancista, en su afán de obtener el poder a costa de todo, no recuerde cosas que lo pueden hacer ver ante el electorado como una persona no tan “echada pa´ delante”, como él mismo presume.
Lo del documento filtrado (el permiso expedido y la gestión realizada por el Ayuntamiento de Veracruz, y que pretendía sin éxito alguno aminorar el compromiso real que Ramón Poo Gil tiene con el partido que lo llevó a la principal silla del Puerto de Veracruz), se trató sólo de un trámite más que día con día realiza su administración para resolver las demandas de sus ciudadanos y organizaciones. No hay más.