Cuando Juan Carlos Molina Palacios tomó las riendas de las CNC en Veracruz, este aseguró ante los campesinos que no buscaría algún beneficio personal o posición política, y lo cumplió.
Molina Palacios ha confirmado en reiteradas ocasiones que no se encuentra en búsqueda de alguna plurinominal ni para él, ni para su esposa.
Desde que el empresario y agricultor se levantó como el líder de las ligas de Comunidades Agrarias del estado, el rostro para este sector ha ido cambiando.
Sin duda.
Es cierto, aún falta mucho por hacer en el campo veracruzano, las zonas rurales aún están muy jodidas.
Sin embargo, el liderazgo de este personaje ha logrado encaminar al agro jarocho con positivo rumbo.
El hecho de que Juan Carlos haya salido respondón y hubiese declarado que los campesinos son mansos, pero no mensos, no quiere decir que busque una división dentro de su partido.
Al contrario, el dirigente cenecista ha revivido los ánimos perdidos de la clase campesina veracruzana quienes están recuperando la confianza en su líderes, y sobre todo en su partido el Revolucionario Institucional.
El cuenqueño como dirigente de la CNC, consiguió que los agricultores y ganaderos de toda la entidad volverán a creer en su historia, pero sobre todo, en los ofrecimientos de prosperidad y progreso que aún les adeudan.
Cuánta razón radica en el pasado discurso de Juan Carlos Molina, quién con una magistral simpleza enumeró los secretos a voces, y sobre todo señaló con voz firme el secuestro en el que se tiene a su instituto político.
No es nada más que la verdad.
Y es que si el PRI, así como Héctor Yunes Landa desean tener obtener una clara victoria en el próximo proceso electoral, deben de regresar a los inicios de su fundación, y devolver a las bases, a los sectores y organizaciones, la jerarquía de antaño, porque de lo contrario saldrán muy pelados.
Hay que decirlo, no es que Molina pugne por posiciones personales, pero se encuentra en todo su derecho de solicitar espacios a los auténticos revolucionarios, a todos aquellos que se rompen el lomo día a día y que esperan que su partido los tome en cuenta.
En fin, Molina Palacios habló muy fuerte, y gracias a esto se encuentra recibiendo una serie de ataques sistemáticos que hasta el momento no lo han mellado.
Esperemos pues que cumpla a su palabra y no resulte como todos los paladines que sólo llevan agua a sus molinos, ya que por el momento el dirigente cenecista se ha vuelto todo un referente entre los hombres del campo.
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