Que siempre sí; ¡Bueno Torio va!

“Todos los hombres pueden caer en un error;
pero sólo los necios perseveran en él.” – Cicerón.

Dicen que al interior del Organismo Público Local Electoral (OPLE) los consejeros están vueltos locos, la presión es tal, que simplemente ya quieren votar la toalla, y no es para menos, en una primera instancia, les dan la instrucción de apretar y cerrarle el paso a los dos últimos aspirantes a candidatos independientes y de última hora, que siempre sí, fue la instrucción que recibieron y que los tiene al borde del colapso.

Juan Bueno Torio será el único si otra cosa no sucede que aparecerá junto a los candidatos de los Partidos Políticos en la contienda a la gubernatura el próximo 5 de junio, y es que el tiempo, el esfuerzo, la dedicación se estaban tirando a la basura en menos cabo de la democracia.

El esfuerzo de incorporar la figura de candidato ciudadano al proceso electoral permitirá mantener ese acicate a los partidos políticos que envueltos en escándalos por corrupción deberán recomponer la marcha y el rumbo.

Ya la consejera Eva Barrientos Zepeda, presidenta de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del OPLE lo adelantaba en una entrevista realizada por este reportero, la crisis y el desgate que se viene será de tal magnitud que los roces estarán a la orden del día.

Y es que el esfuerzo será faraónico computar, revisar, valorar y certificar más de un millón de firmas par 55 aspirantes (2 a la gubernatura, 53 a diputados locales) a cargos de elección popular por la vía ciudadana es un tema nada sencillo.

Pero inmersos en este proceso electoral, en donde la sensación que permea entre la ciudadanía es la de cobrarse la factura ante el pésimo gobierno estatal a través de las urnas, la estrategia de contar con candidatos ciudadanos distó mucho de ser un mecanismo confiable que permitiera arrebatarle votos al partido de la oposición con mayor posibilidad de triunfo, provocó que el efecto se diera a contrario sensu provocando la alarma del cuarto de guerra del candidato oficial, que simplemente no ve un crecimiento en sus mediciones, a pesar de salir afirmar que van arriba siete puntos.

La realidad es que las mediciones serias realizadas por empresas demoscópicas, arrogan una versión contraria a la vertida por el equipo del candidato Héctor Yunes Landa.

El porcentaje real de distancia entre el primero y el segundo lugar en este momento alcanza los más de 13 puntos, expresando que llegado el momento la diferencia podría colocar al candidato priista hasta una alarmante tercera posición.

Quizá sea esta la razón del descontento y la alarma que existe entre la militancia priista que ve como el candidato ha sido cooptado por el Duartismo que lo termina de hundir inevitablemente, sin que el centro hegemónico del país tome cartas en el asunto.

El lastre del que hablo en su momento el propio Héctor Yunes es real y tiene nombre, y para su desgracia, ni sacudiéndoselo de encima existirá una respuesta favorable, el daño está hecho y ahora se tendrá que afrontar.

Al tiempo.

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