México, país petrolero por excelencia ha manejado las utilidades que se generan por este producto para soportar el presupuesto de egresos de la Federación en lugar de destinarlo a reinversión para hacer más eficiente la empresa petrolera por lo que se ha sacrificado eficiencia energética a cambio de financiar los programas federales educativos, de salud y seguridad pública entre otros.
Aunado a lo anterior los “salvadores de la patria”, esos que acostumbran a enrollarse en la bandera del nacionalismo, impidieron cualquier intento de inversión privada en el sector petroquímico, lo que ha derivado en una empresa petrolera débil, produciendo un petróleo de muy difícil refinación, que obliga a enviarlo al extranjero y por consiguiente la importación del producto final la gasolina. Esto es, importadores netos de gasolina.
¿Qué ha pasado con el petróleo los últimos meses? La referencia internacional que es el petróleo texano pasó de diciembre del 2015 a enero del2017 de 37 dólares a casi 54 un aumento de más de 40 porciento, ¿Qué pasa con la gasolina en el mundo? ¡Aumenta!
El precio promedio de un galón en el país vecino era en diciembre de 2015 de 2 dólares, hoy es de 2.4 dólares. Un incremento de 20 por ciento. A esto súmele la devaluación del peso que ha sido superior al 20 por ciento en el año que recién terminó. También habrá que añadir que es fundamental equilibrar las finanzas públicas pues hoy día solo recaudamos 70 centavos de cada peso que gastamos en el presupuesto de egresos. Esto ha obligado al gobierno a incrementar la deuda pública problema que se agudiza con el aumento en las tasas de interés que se han dado tanto interna como externamente.
Todos estos argumentos han sido ya esgrimidos por analistas expertos como Jorge Chávez Presa y el propio gobierno federal. Enrique Quintana en su colaboración de este domingo que titula Gasolina, ¿Hechos o ideología? en el Diario El Financiero al aportar elementos adicionales describe uno que me parece muy importante reproducir:
“La decisión de ajustar los precios de las gasolinas está implícita en la Ley de Ingresos que fue aprobada en octubre por la Cámara de Diputados y que fue aprobada por todos los diputados priistas asistentes, por todos los panistas y por 42 de los 60 perredistas que asistieron; votaron en contra sólo ocho perredistas y 35 legisladores de Morena. Posteriormente, los senadores también la aprobaron y votaron a favor todos los priistas (40), 15 senadores del PAN y siete del PRD, de los mayores grupos parlamentarios; en contra estuvieron siete del PAN y tres del PRD. En la Ley que autorizaron los legisladores de los mencionados partidos, se establece un monto de ingresos para el Estado de 209 mil 386 millones de pesos por concepto de IEPS a las gasolinas.”
Todos los argumentos expuestos hasta aquí son de corto plazo y resuelven la problemática actual, digamos resuelve lo urgente.
Un incremento en el precio de la gasolina también reduce su cantidad demandada y por ende desincentiva el uso de los vehículos automotores, sin duda esta medida a pesar del escozor que ha causado apoyará los esfuerzos de mediano plazo que se realizan en el mundo para mitigar los efectos del cambio climático. Entonces, a corto plazo esta medida geenra efectos colaterales no deseados, sobre las generaciones actuales, como es un incremento en el nivel de precios, pero en el mediano plazo se beneficia a las generaciones futuras. Por ello me extraña no escuchar a esas organizaciones que luchan contra los estragos que genera el cambio climático, apoyando esta medida que sin duda es impopular pero ajusta el mercado de la gasolina para que funcione correctamente cuando la oferta y la demanda decidan el precio y soporta los esfuerzos ambientales.