La foto de Lorena Piñón en intenso diálogo con Enrique Ochoa Reza tiene muchas interpretaciones, siendo la más recurrente el “planchazo” a la vecina de San Rafael que demanda la democratización de su partido… otra forma de ver la foto de Lorena con Ochoa, es como el mismo acto de Yunes Linares con Adolfo Mota, el demandante y el demandado en un mismo punto pero dando valor a la civilidad política… al final, como sea, no deja de ser la foto de priistas, el militante y el dirigente del partido.
Al final, la foto es sólo un pedazo, un cacho de tiempo capturado que nada tiene que ver con los largos minutos que dialogaron, conversaron, platicaron Lorena y Enrique… ¿de qué? ¡vamos! No se necesita ser un genio para ello… bueno, la respuesta igual puede tener tantas interpretaciones como su misma foto, siendo las recurrentes el cambio de dirigente priista en Veracruz, viéndolo desde el lado de la demandante; o “camina, pero ya no levantes tanto polvo”, del lado del demandado.
Al igual que Yunes y Mota, guardando las proporciones, al final serán las autoridades las que definan la pugna entre una militante y su partido.
II
Bueno, y es que a pesar de la casi hora de charla que se echaron Lorena y Enrique, la priista se mantiene firme en su cruzada democrática. El pasado viernes, el abogado Fernando Morales presentó ante el Trife, un Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales (JDC) en aras de que revisen la falta de apego a derecho por parte del TEV, el que de plano, se lavó las manos.
Y algo que debe llamar la atención es la ausencia (al menos yo no lo vi) de Amadeo Flores en el evento del pasado viernes.
Ello da pie a pensar una jugada maestra, no de Lorena Piñón, no de Enrique Ochoa Reza, ¡sino del mismo Amadeo Flores Espinosa!: Preparar su salida.
¿Por qué?
Muy simple.
Primero, Amadeo es sostenido en el CDE del PRI en aras de evitar que grupos del fidelismo o duartismo se apropiaran del partido.
Segundo, su permanencia se vio empañada cuando el Aliancismo de Héctor Yunes se filtró y dio lugar para pensar que mientras se cuidaban de los fidelistas o duartistas, les estaban comiendo el mandado por otro lado.
Tercero, consciente de su “ilegal” permanencia al frente del partido, el Tiburón ya había presentado en anteriores ocasiones su renuncia, la que no le fue aceptada.
Entonces, dicen, será en el transcurso de esta semana, que Flores Espinosa presente por “N” ocasión su renuncia con una diferencia esta vez: una petición especial al CEN del PRI.
¿En qué podría consistir esta “petición especial”? Algo sencillo: una salida digna, del tamaño del Tiburón.
Vamos, ¿para qué esperar el resolutivo del Trife y echarse un albur si es a favor o en contra de Amadeo?
En honor a la verdad, Amadeo claro que se merece una salida digna y el CEN del PRI se la debe.
III
La salida del PRI de Flores Espinosa no debe ser un problema para el CEN del PRI… el verdadero trabuco del partidazo realmente sería una interrogante: ¿Quién por Amadeo?
Encontrar a los 10 justos de Abraham en Sodoma y Gomorra hubiera sido más fácil que encontrar un buen dirigente estatal para el PRI y no porque no los haya, sino más bien el asunto es ¡falta ver que quieran!
Hablan de Ricardo Ahued Bardahuil como una de las mejores cartas para hacerse cargo del partido porque de cierto modo, sería el justo… pero no el justo de Abraham, sino el Justo medio en la balanza, tanto de quienes aspiren a un cargo en estas elecciones del 2017, como para los que se apunten para el 2018, además de los Yunes conocidos.
Ahued podría representar en el tricolor esas ganas de transparentar al partido, de eliminar esa imagen de corrupción y la nueva cara que se le pretende dar ahora como oposición… aunque hay dos cosas que saltan mi duda a esa posibilidad de llevar a Ahued al Edificio de Ruiz Cortines con Francisco Moreno:
1.- No sé si tuviera el tamaño don Ricardo para responder a uno de los mandatos que hizo Enrique Ochoa: Ser un crítico del sistema en el poder… y
2.- Saber si Ricardo Ahued quiere.
smcainito@gmail.com