La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó ayer el proteccionismo “cortoplacista” que ha emprendido el magnate Donald Trump, desde que ganó hace dos meses y medio las elecciones, que lo llevarán el viernes a convertirse en presidente de Estados Unidos.
Sin citar en ningún momento a Trump, Merkel recordó al futuro mandatario estadunidense que si el mundo superó la crisis financiera de 2008, fue gracias a la “cooperación internacional, el mercado libre y reduciendo el proteccionismo”.
La declaración de Merkel, durante un discurso ante la Cámara de Industria y Comercio de Colonia, coincide con el anuncio de BMW de que seguirá con sus planes de levantar una fábrica y no cederá al chantaje de Trump lanzado contra la multinacional alemana, a la que amenazó con imponer aranceles si no traslada su producción a EU, como ha logrado ya con otras compañías.
Guerra comercial. El ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, fue el que más claro habló sobre el riesgo de una guerra comercial entre EU y Europa, tras alertar que, si Trump aplica un arancel del 35 por ciento a los coches de BMW producidos en México, “tan solo logrará que la industria de automoción de Estados Unidos sea “peor, más débil y más cara”.
En este sentido, la canciller alemana aseguró que el proteccionismo es una medida “cortoplacista” que puede traer beneficios rápidos pero con el tiempo se demostrarán perjudiciales.
No se inmiscuya. Después de leer a Trump asegurando en una entrevista que “otros países de la Unión Europea se irán, como hizo Gran Bretaña”, y reiterando que su política de asilo en Alemania fue “catastrófica”, Merkel defendió su política de refugiados y la acogida de cientos de miles de personas que han llegado en los últimos dos años a Alemania “huyendo de la guerra y la persecución”, y también los cambios legales aprobados por su Gobierno para aumentar el orden y la seguridad.
Asimismo, advirtió que “el futuro de los europeos está en sus manos” y subrayó la importancia de la “fortaleza” de la UE en un mundo globalizado, en el que debe defender sus intereses frente a potencias como Estados Unidos y China.
Sobre este punto, el presidente de Francia, François Hollande, respaldó a Merkel y avisó a Trump que Europa “no necesita de sus consejos ni que le diga qué debe hacer”.





