NOTAS INDISCRETAS… Detrás del estridente agarrón verbal entre Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Miguel Ángel Yunes, está la pelea por las alcaldías de Veracruz que se renuevan este año y que resultarán claves para quien quiera ganar la gubernatura en el 2018. Los dos políticos, de colmillo retorcido, saben bien que el PRI está prácticamente muerto en el estado y que la pelea será entre el PAN y Morena para ganar ciudades como Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Coatzacoalcos y Minatitlán, en donde se concentra más de 70% de la votación total del estado. Eso explica por qué el obús disparado por AMLO cuando exhibió la negociación política y financiera que, efectivamente, hizo Yunes con el gobierno de Peña Nieto a cambio de guardar silencio sobre lo que, había dicho, “cimbraría a México” y que se relacionaba con los financiamientos de Javier Duarte a la campaña del actual presidente. Es la guerra por Veracruz… Paran los dados. Serpiente. Mal tiro.