Que no vuelva a pasar

En esta ocasión haremos a un lado el tema político y toda la podredumbre que se viene acarreando por culpa de malos y abusivos gobernantes.
Lo ocurrido el día de ayer en una escuela de Monterrey llena de tristeza, la indignación más bien debe hacerse a un lado para dar paso a la reflexión profunda.
El que un menor edad haya ingresado a su salón de clases con un arma de fuego, seria el primer hecho reprobable; la pistola que pudo accionar el ahora occiso y autor material, fue tomada de algún espacio cercano a su entorno diario, será relevante saber quien era dueño del arma.
Ahí estaría el primer descuido de uno o varios miembros de su familia, tutor, amigos; la facilidad para disparar, va de la mano de un conocimiento básico para cargar el arma con balas y tener el valor de descargarla sobre otros seres humanos.
Se dijo en forma preliminar, que este joven estaba bajo tratamiento psicológico, que padecía de alguna conducta inestable, incluso se habla de depresión. Si su familia o médicos no midieron la gravedad de su enfermedad o estado de ánimo, también es una verdadera pena.
Pero algo muy importante que de inmediato salta a la discusión pública, es la falta o ausencia de los operativos “ Mochila Segura” que ya muy pocas escuelas llevan a cabo en el país.
Este programa que se desarrolló con gran éxito durante algún tiempo, permitía, sobre todo en el tema de las drogas, detectar a tiempo cualquier conducta irregular de parte de los estudiantes.
Y es que hoy en día, nadie escapa al fenómeno de la falta de unión familiar, de descuido de los hijos por la intensa actividad laboral o por el contrario, la depresión por la escasez de recursos económicos, desempleo y en muchos casos, la ausencia de la madre o padre por divorcio u otras circunstancias, como la migración.
El operático “Mochila Segura” debería ser obligatorio, sin que esto atente contra la privacidad del estudiante, realizarlo de manera seria y profesional puede evitar este tipo de hechos que empañan con sangre y mucho dolor a la sociedad.
Es indispensable la cooperación de los Padres de Familia, ya que en algún tiempo, cuando este programa se puso en marcha en varios estados como el de Veracruz, fueron ellos mismos quienes en algunas ocasiones se quejaron de que se revisaran las mochilas de sus hijos, aduciendo razones poco relevantes para evitar este tipo de inspección.
Lo que sucedió en Monterrey, nos debe servir para retomar caminos de manera más unida, porque definitivamente, no puede volver a pasar, no es comprensible ese tipo de desgracias, inaceptables.
Ágora
Todos aquellos tan ambiciosos, como de mala entraña, perversos, ruines, viles e indignos que lucraron con las enfermedades de niños con cáncer y quienes sometieron a probables contagiados con VIH con pruebas falsas, deberán pagar el grave delito.
Es momento que se pase de la exhibición publica mediática a la denuncia penal y los juicios a los que deberán someterse esta bola de malos mexicanos que se han convertido en la peor escoria mundial de los últimos tiempos.
@monicamarena