Con aulas vacías, negocios cerrados, y boicot de productos, decenas de miles de activistas e inmigrantes realizarán el próximo lunes un paro y una marcha en Wisconsin, Estados Unidos, como parte de una serie de protestas a nivel nacional contra la administración Trump, anunciaron este viernes sus organizadores.
“El Día sin Latinos, Inmigrantes y Refugiados”, organizado por “Voces de la Frontera” en Milwaukee el próximo 13 de febrero es una respuesta a las órdenes ejecutivas migratorias del presidente Donald Trump del pasado 25 de enero, en particular el restablecimiento del polémico programa “287g”.
El paro laboral, que servirá de pistoletazo a otras movilizaciones, incluyendo una nacional prevista para el próximo 1 de mayo –Día del Trabajo en buena parte del mundo- se producirá en unos momentos en que el gobierno de Trump ha recrudecido las redadas en vecindarios y sitios de empleos, sembrando el miedo en la comunidad inmigrante.
La movilización nacional de 2006, que incluyó huelgas y marchas en decenas de ciudades en todo EU, contó con el apoyo de sindicatos, grupos cívicos y defensores de los inmigrantes, y aunque no logró paralizar la economía, sí puso bajo los reflectores el problema de la inmigración ilegal y la situación de los 11 millones de inmigrantes clandestinos.
Este año, el ascenso de Trump al poder, su asedio contra los inmigrantes indocumentados y su “cacería” de los “criminales”, han sonado las alertas entre líderes demócratas del Congreso -hoy mismo la senadora de California, Dianne Feinstein, condenó las redadas en Los Ángeles-, y entre grupos progresistas en todo el país.
En Wisconsin, el alguacil del Condado de Milwaukee, David Clarke, dijo que su entidad participará en el programa “287g”, que permite a la policía local hacer las veces de agentes de Inmigración y que, según advirtieron activistas, perjudicará tanto a los trabajadores inmigrantes como a la economía estatal y nacional que depende de su mano de obra.