El gobierno de Estados Unidos impuso ayer sanciones económicas por narcotráfico al vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, el cargo más alto del gobierno venezolano sancionado nunca por el país norteamericano.
Tras una investigación “de años”, el Departamento del Tesoro determinó ayer que El Aissami juega “un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos”.
Según la Casa Blanca, el alto cargo chavista “facilitó el envío de narcóticos desde Venezuela” y “supervisó o poseyó parcialmente envíos de narcóticos de más de mil kilogramos desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluyendo algunos con destino final en México y en EU”.
Además, El Aissami “facilitó, coordinó y protegió a otros traficantes de narcóticos que operaban en Venezuela”, y “está vinculado a la coordinación del envío de drogas al cártel mexicano de Los Zetas, así como a la protección del capo colombiano Daniel Barrera y el traficante de drogas venezolano Hermágoras González Polanco”, ambos incluidos anteriormente en la lista del Tesoro estadunidense.
TESTAFERRO. El Departamento sancionó también al empresario Samark José López Bello, por ser el “testaferro” de El Aissami y proporcionar “material, apoyo financiero, bienes y servicios” al narcotráfico, explicó hoy un alto funcionario estadunidense en una conversación telefónica con periodistas.
A López Bello le bloquean 13 empresas suyas “que forman parte de una red internacional que abarca las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, Reino Unido, Estados Unidos y Venezuela”.
Para ambos, las sanciones implican el bloqueo de los activos de los dos individuos bajo la jurisdicción de EU y que los ciudadanos estadunidenses no pueden ahora hacer transacciones con ellos.
Estas sanciones demuestran “que el poder y la influencia no protegen a quienes se involucran en estas actividades ilícitas”, afirmó ayer John Smith, director interino de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.





