Decidimos atender la sugerencia que hizo el gobernador del estado Miguel Angel Yunes Linares en uno de sus más recientes encuentros con los reporteros, a quienes recomendó investigar los resultados de las encuestas realizadas por el INEGI sobre los temas de victimización y percepción sobre seguridad pública ENVIPE y la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que frecuentemente son nombradas como referencias acerca de la inseguridad que se vive en Veracruz.
Por principio de cuentas, resulta que el mismísimo gobernador Miguel Angel Yunes Linares no ha sido informado correctamente por sus distintos colaboradores del gabinete en el tema de seguridad, ya que las mediciones y resultados que ofrece el INEGI no son tan recientes como se supone que deberían de ser, para poder ser utilizados como referente de la inseguridad en los ya casi tres meses de la administración estatal.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2016 –que así es su nombre correcto- la más reciente levantada corresponde al período 2015 para victimización y 2016 para percepción de la seguridad pública.
Es decir, todavía los datos que se obtuvieron son de la pasada administración de Javier Duarte de Ochoa y no de los meses de Miguel Angel Yunes y su periodo de levantamiento fue del 1 de marzo al 26 de abril de 2016.
La ENVIPE 2016 es el sexto ejercicio de esta serie, a la cual anteceden los ejercicios anuales realizados de manera ininterrumpida de 2011 a 2015, también publicados en el mes de septiembre del año de su edición.
O sea que, hasta septiembre de este año, se podrán conocer los resultados de la encuesta del año anterior y por lo tanto no hay manera de que se pueda hablar de la percepción sobre Seguridad Pública en estos tres meses del gobierno Yunista.
De cualquier manera hay que apuntar que los objetivos específicos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública están claramente especificados en la página del de internet del INEGI:
· Hacer estimaciones sobre el número de personas que sufrieron victimización delictiva en 2015.
· Calcular el número de delitos ocurridos durante 2015.
· Hacer estimaciones sobre la “cifra negra” de los delitos y sus causas.
· Medir la percepción actual (2016) de la población de 18 años y más sobre la seguridad del lugar donde viven (colonia o localidad, municipio, entidad federativa) y sobre los lugares en donde realizan sus actividades cotidianas (trabajo, escuela, mercado, transporte público, entre otros).
· Medir el grado de confianza en las instituciones de seguridad pública y la percepción sobre el desempeño de las autoridades de seguridad pública y justicia.
· Identificar los cambios en las actividades de las personas por temor al delito.
· Estimar los gastos de los hogares para protegerse de la delincuencia.
· Conocer la repercusión del delito sobre las víctimas.
· Reunir información sobre las características sociodemográficas de las víctimas.
· Reunir información sobre las características del victimario y su relación con la víctima.
· Identificar actitudes y experiencias de las víctimas con las instituciones de seguridad pública y de procuración de justicia.
La otra encuesta que frecuentemente se menciona como referente para decir que ha disminuido la violencia y delitos en la entidad es la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
El objetivo general de esa encuesta es obtener información que permita realizar estimaciones con representatividad a nivel nacional urbano sobre la percepción de la población sobre la seguridad pública en su ciudad. Se busca proporcionar información al público en general y proveer elementos para la toma de decisiones de política pública en materia de seguridad.
Esa encuesta se levanta por el INEGI cada tres meses, en marzo, junio, septiembre y diciembre, luego entonces, tampoco hay datos aún sobre los índices de percepción de la población en materia de seguridad pública, porque la última se aplicó en diciembre, al inicio del gobierno de Miguel Angel Yunes Linares y la próxima será hasta el mes de marzo.
Entonces, los datos y cifras que se suelen mencionar sobre la percepción de inseguridad en la entidad, no son verídicos, porque no corresponden a la realidad que se vive en las distintas ciudades, en donde, por el contrario, no hace falta que el INEGI levante una encuesta, para saber que hay un incremento –notable- en los robos, asaltos, asesinatos y demás actos delictivos.
No hay que ir muy lejos, ni hacer sofisticadas encuestas, basta leer las páginas de los periódicos, para ver los reportes de actos de violencia por todas partes, de norte a sur.
Así que, por principio de cuentas, habría que actualizar la información que se le suministra al gobernador del estado sobre percepción de inseguridad y victimización de los ciudadanos, para entonces sí, empezar a hablar de acuerdo a la realidad y no a la falsa percepción que tienen algunos funcionarios responsables del tema.
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