No cabe duda que los cargos políticos siguen siendo cualquier cosa, menos una efectiva representación popular, pues las responsabilidades contraídas son abandonadas a la menor provocación cuando de brincar a otro “hueso” se trata.
Pero lo que no tuvo nombre es que no tienen ni medio año de haber llegado al Congreso estatal, y tres diputados ya pidieron licencia para buscar las alcaldías de sus municipios, como si una diputación fuera un artículo desechable.
Y en esto no hay diferencias partidistas, todos son iguales. Por el PAN, Hipólito Deschamps buscará la alcaldía de Medellín de Bravo; por el PRI, Carlos Vasconcelos intentará hacer la “hombrada” en Coatzacoalcos; y en la “impoluta” bancada de Morena dejaron ir a Eva Cadena para que haga lo propio en Las Choapas.
Urge una reforma que obligue a los políticos a cumplirle a los ciudadanos que supuestamente representan y a evitar que los cargos de elección popular sean meros y burdos trampolines. Eso es una mentada de madre para el pueblo.





