El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, reiteró que ya fueron plenamente identificados los 11 cuerpos encontrados hace unos días en Boca del Río y confirmó que seis de ellos tenían antecedentes penales relacionados con delitos como secuestro, violencia y portación ilegal de arma de fuego, por lo que podrían estar involucrados con el crimen organizado.
En entrevista con Denise Maerker, el funcionario veracruzano indicó que cuatro de las personas asesinadas habían desaparecido cuatro días antes de haber sido localizadas, cuatro más el 23 de febrero y tampoco nadie denunció, pero no había denuncia por este hecho, ocurrido el pasado 28 de febrero.
Dijo que se está investigando por qué, sabiendo sus familiares que no habían regresado a su domicilio, no hicieron ninguna denuncia.
Tampoco denunciaron las familias de los dos chicos que fueron secuestrados en un bar, la noche misma en que fueron asesinados. Se investiga que hubo un incidente entre Shantal (joven asesinada) y otras personas que estaban dentro del bar por lo que les pidieron salir y ahí fue cuando desaparecieron.
Refirió que el último cuerpo identificado corresponde con el de un médico de Poza Rica que tenía antecedentes penales, su esposa fue asesinada hace algunos meses y se investiga un probable vínculo con delincuencia organizada en particular la atención que se dio en clínica a personas del crimen que vienen operando en esa zona.
Yunes Linares precisó que esta persona fue identificada por los tatuajes en los brazos y el pecho.
«En algunos casos van (antecedentes penales) desde secuestro, por hechos de violencia, posesión de armas de fuego, en general lo que indican estos antecedentes es que podrían haber tenido vínculos con delincuencia y el hecho de que haya sido ejecutados con la saña con que fueron ejecutados llama la atención, no es un crimen del orden común, es un crimen que evidentemente se vincula a temas de delincuencia organizada», reiteró.
