Feliz Josefina Vázquez Mota, con la candidatura al Gobierno del Estado de México, que su partido el PAN le ratificó y en su toma de protesta, estuvo flanqueada a la diestra por Margarita Zavala de Calderón (que no pierde oportunidad de balconearse, segura de que será la candidata presidencial del Partido Acción Nacional) y en el otro extremo, apareció sonriente y más alegre que cuando fue presidente de la república, Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, así como en un lugar destacado y al lado de la estrella del evento, Ricardo Anaya presidente nacional del PAN y también aspirante a la candidatura de su propio partido; no faltó el «jefe» Diego Fernández de Ceballos, quien compartió el presidium con el gobernador de Veracruz licenciado Miguel Ángel Yunes; con el de Guanajuato y otros gobernantes que fueron abanderados en su momento, por el partido fundado por Gomez Morín. Los legisladores panistas, también acudieron a respaldar la candidatura de Vázquez Mota; y alcaldes de diferentes municipios, pero de todo el territorio nacional, haciendo eco al exhorto de cerrar filas con sus correligionarios, para garantizar el regreso de acción nacional a los Pinos, sin importar la persona que resulte agraciada con la anhelada candidatura, ya que propios y extraños, se ufanan de tener el triunfo en la elección de 2018, con alianza o sin alianza con el PRD o con otras expresiones políticas, que esperan «la cargada», para al igual que los militantes del PRI, en plena bufalada, acuerpar a su candidato (a) y por ahí, amarrar alguna posición en el gobierno federal, donde, ya lo han dicho, aplicarán la barredora para expulsar de la nómina a los funcionarios corruptos, entre los cuales la cúpula del PAN, decidirá mandar a prisión.
Para el cuatro de junio próximo se espera una contienda cerrada entre los aspirantes del PRI, Alfredo del Mazo; de MORENA, Delfina Gómez; y por el PAN Josefina Vázquez Mota. No hay que perder de vista, que de la lista nominal del Estado de México el sesenta y nueve por ciento de electores, radica en veinte de los ciento veinticinco municipios con que cuenta el Edomex y aunque el PRI ha mantenido su hegemonía hasta la elección anterior, esta vez los panistas auguran que el triunfo será de ellos y que se dará la alternancia, que será el camino para recuperar la silla presidencial. El país que dejaron Vicente Fox Quezada y Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, ambos miembros distinguidos del PAN, quienes se vieron favorecidos con la candidatura en el año 2000 y en el 2006, terminaron sin resultados favorables para los mexicanos, lamentando muchos la decepción que se llevaron con el gobierno del cambio y con el fallido presidente del empleo, como se hizo llamar Calderón. Del sexenio de Fox, se recuerda su pragmatismo; su incultura; su improvisación para llevar el gobierno de la república, siempre acotado por su esposa Marta Sahagún, quien no ocultó su injerencia en todos los asuntos que debió resolver el presidente Fox, logrando por ello una gran decepción entre los mexicanos; de Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, solamente se recuerda que jamás logró convertir en realidad su promesa de campaña, de abrir tantos empleos, como desempleados hay en México, para evitar la migración masiva a los Estados Unidos de Norteamérica, quienes ahora, corren el peligro de seguir el camino de las deportaciones masivas ordenadas por Donald Trump; pero el mayor error atribuido al presidente Calderón, fue militarizar el país en su afán de combatir a la delincuencia organizada y a los cárteles de la droga, con una estrategia fallida delineada por el súper Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna; y por el Secretario de la Defensa Nacional Guillermo Galván Galván.
Los mexicanos en edad de votar, han perdido la credibilidad en el partido tricolor y en el blanquiazul, puesto que Peña Nieto, abanderado del PRI ha incumplido hasta la fecha la mayoría de sus compromisos que suscribía ante Notarios Públicos, durante su campaña. La frustración de los mexicanos con todos los latrocinios descubiertos a partir de los cambios en la elección de gobernadores y alcaldes, no tiene precedentes; a tal grado, que se ha difundido la propuesta para otorgar el premio al corrupto más grande del mundo, en la persona del ex gobernante doctor Javier Duarte de Ochoa, quien junto con sus consentidos en el gobierno y un grupo de familiares, han sido señalados de dejar en quiebra al estado de Veracruz; con una gran deuda, que puso al borde de la inactividad total a la burocracia y a los empresarios, quienes reclaman el pago de las deudas heredadas por JD, por insumos, obras y servicios de todo tipo, prestados al gobierno de Veracruz, sin que el ex gobernante haya finiquitado sus compromisos y obligaciones antes de emprender la huida, con órdenes de aprehensión y boletinado a Interpol, para su detención y encarcelamiento. No corrió con la misma suerte Guillermo Padres Elías, quien procedió igual que JD, solo que a una mínima escala, y lo mismo puede decirse de Gabino Cué Monteagudo, a quien también se le atribuyen grandes pasivos en recursos públicos y un endeudamiento que el nuevo gobierno de Oaxaca tendrá que solventar; sin dejar de señalar a Roberto Borge, ex gobernador de Quintana Roo, por haber fraccionado costosos terrenos en Cancún, a precios de fantasía, con prestanombres y embolsándose con ambición desmedida, los recursos públicos, de los que hoy disfruta en Miami y las Vegas, donde se afirma, pasa la mayor parte de su tiempo derrochando el dinero que tendrán que pagar los quintanarroenses. No hay que olvidar al otro Duarte, el ex gobernador de Chihuahua, ni a Rodrigo Medina, ex de Nuevo León, ambos con fincadas acusaciones y denuncias que la PGR (a paso de tortuga), va investigando para concretar las acciones penales, que tarde o temprano, tendrán que desahogarse.
Del recién constituido Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuyo presidente es Andrés Manuel López Obrador, se augura que tendrá un papel preponderante en las elecciones presidenciales de 2018, lo mismo aseguran los seguidores de AMLO que su candidata para el gobierno al Edomex Delfina Gómez, tiene las más amplias posibilidades de ganar la elección al PAN al PRI y al PRD, esa predicción triunfalista de los Morenos, se ve muy difícil de lograr, porque la mayor parte de los municipios mexiquenses, están en manos del PAN y del PRI además habrá que considerar la proclama del presidente Enrique Peña Nieto, pronunciada en el aniversario número ochenta y ocho de la fundación del PRI en el sentido de liderar todas las campañas presentes y futuras y avalar todo lo que se tenga que hacer por los tricolores, con tal de ganar a como dé lugar. Desde luego que nada es comparable al triunfo, y que la derrota en política, significa en muchos casos la muerte política de los perdedores, por ello tanto la elección de Edomex en 2017, como la elección presidencial en 2018, tendrán un final muy competido, que sin duda se van a judicializar hasta la última instancia legal, entre tanto se amarran las concertacesiones, como botín de conquista, para quienes demuestren las mejores habilidades para pactar.
La guerra sucia contra México, emprendida por Donald Trump, con la fatídica construcción del muro fronterizo y la amenaza latente de hacer que los mexicanos paguen el costo de tan aberrante obra; la presión del presidente norteamericano, para desmantelar las industrias y maquiladora con inversiones extranjeras, aumentarán el desempleo y la inconformidad social, si a eso se le agrega la deportación masiva de los migrantes mexicanos, que ya se está ejecutando por instrucciones de Donald Trump, el escenario político que se vislumbra para éste y el próximo año, serán de extremo cuidado, para evitar una guerra civil o el derrocamiento del gobierno priista o la usurpación de la presidencia de la república, por parte de los grupos de presión, entre los cuales no hay que olvidar al clero católico; al ejército, a los ricos de México y a la prensa y redes sociales, que jugarán un papel fundamental; pues el ambiente se presta a las mil maravillas, para hacer a un lado la partidocracia y un hombre de mano dura y recio carácter, venga a poner orden que mucha falta hace en nuestro país, desde hace por lo menos treinta años.





