Como el arribo de la Gendamería Nacional a Veracruz no ayudó a disminuir ni un ápice la violencia, sino que por el contrario, ésta se recrudeció, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de plano pretende militarizar al estado, porque nomás no puede con el paquete.
O no hay otra manera de explicarse que una semana después de que llegaran a la entidad los elementos de la Gendarmería, el mandatario estatal anuncie que solicitó al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que se envíe también a la Policía Militar para reforzar las tareas de seguridad.
Mientras esto ocurría, se reportó que dos doctoras fueron secuestradas en un centro de salud en Tihuatlán, en el norte del estado, y un ganadero de Sayula de Alemán que estaba secuestrado apareció asesinado en una carretera en el municipio de Juan Rodríguez Clara, en la zona sur.
Llenar de militares el estado parece ser la única salida que encontró el gobernador para salir del atolladero de la inseguridad. Sin embargo, la experiencia indica que lejos de disminuir la violencia, la acción de las fuerzas castrenses la aumenta significativamente.
Así que habrá que prepararse para lo que viene.
