Muy calladitos habían estado los transportistas veracruzanos tras la derrota del PRI en las elecciones de gobernador y el ascenso al poder del régimen yunista. Hasta que les tocaron el bolsillo.
La Coalición de Transportistas del Estado rechazó tajantemente las disposiciones que se incluyeron en la iniciativa de reforma a la Ley de Tránsito y Transporte estatal, entre las que se encuentra la obligatoriedad del descuento de 50 por ciento en el pasaje a estudiantes, discapacitados y personas de la tercera edad, mismo que, dicen, tendría que ser absorbido por los propios concesionarios, lo que les ocasionaría pérdidas por mil 500 millones de pesos.
Los líderes del “pulpo” camionero, identificados desde siempre con el PRI, de plano amenazaron con “tomar medidas” para impedir la aprobación de estas enmiendas en el Congreso del Estado, aunque no especificaron como cuáles estarían dispuestos a tomar.
Porque ya se vio que si de bloquear calles y carreteras se trata, el gobierno les tiene preparadas unas vacaciones en el “bote”, como ya se les aplicó a algunos al inicio del bienio. Y ni qué decir del retiro de las concesiones.
A ver hasta dónde llegan.