Si se quejaba de un mal trato en las cárceles mexicanas, en el vecino país del norte no le va mejor a Joaquín El Chapo Guzmán, a decir de sus abogados, quienes exigieron en una moción enviada al juez Brian Cogan que su esposa pueda visitarlo o hablar con él por teléfono para “determinar la disponibilidad de fondos necesarios” para pagar abogados privados.
Los abogados denunciaron que El Chapo, extraditado el 19 de enero a Estados Unidos, está casi totalmente aislado, no tiene luz natural, no sabe cuándo es día y cuándo es noche y pasa frío. La defensa pidió al juez Cogan que su cliente sea transferido a una cárcel con otros presos.
A raíz de su aislamiento en el Centro Correccional de Manhattan (MCC), “mucho más extremo que en México (…) la salud física y mental del Sr. Guzmán se ha deteriorado más desde su llegada a Estados Unidos”, dijeron los abogados Michelle Gelernt y Michael Schneider en la moción de 24 páginas, a la que accedió la AFP.
El otrora poderoso jefe del cártel de Sinaloa, de 59 años, “tiene dificultad para respirar y sufre de dolor de garganta y dolores de cabeza. Ha experimentado recientemente alucinaciones auditivas, se queja de que escucha música en su celda incluso cuando su radio está apagada”, escribieron.