En una actitud que es congruente con lo que estamos viviendo en la relación con el nuevo gobierno trumpista, México, el mayor comprador mundial de maíz de EU, está considerando la posibilidad de ofrecer acceso libre de aranceles al grano brasileño y argentino como una alternativa a las importaciones estadounidenses en una medida que podría tener grandes consecuencias para los agricultores estadounidenses, a quienes les preocupa la agenda comercial y fiscal de Donald Trump.
En la actualidad, México importa el 98 por ciento de su maíz de EU, y el total de las ventas de granjas estadounidenses a México fue de 17.7 mil millones de dólares el año pasado, cinco veces mayor que cuando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigor en 1994. Las importaciones mexicanas de maíz desde EU estaban valuadas en 2.3 mil millones de dólares en el año 2015, según el Departamento de Agricultura de EU.
Pero Trump, presidente de EU, ha criticado el TLCAN como injusto para EU, prometiendo renegociar el acuerdo o abandonarlo, impulsando a México a acelerar la búsqueda de proveedores alternativos en América del Sur.
“Me siento bastante optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con estos países pronto”, dijo Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior de México, al Financial Times en una entrevista.
“Estamos bastante avanzados en el acuerdo con Brasil; con Argentina nos falta un poco más”, dijo, añadiendo que esperaba visitar Argentina en abril o mayo, y poco después de reunirse con funcionarios brasileños en su sexto encuentro bilateral desde 2015.





