El que no la libró fue el fiscal general de Nayarit, Edgar Veytia, quien fue detenido en San Diego, California, acusado de conspirar para introducir y traficar drogas en los Estados Unidos.
Esto luego de que el gobierno estadounidense libró una orden de aprehensión contra el encargado de procurar justicia en el estado de Nayarit –háganos el chingado favor-, a quien también le serán confiscados bienes por un valor de ¡250 millones de dólares!
Lo inaudito es que su jefe, el gobernador de Nayarit Roberto Sandoval, se dijo “sorprendido” por la noticia y todavía intentó defender a su colaborador con el conocido garlito de que las investigaciones siguen su curso y bla, bla, bla.
Por lo visto, el único que “no sabía” en ese estado de la fama pública de su fiscal era el gober nayarita, que en una de ésas también se convierte en candidato a hacerle compañía en una prisión gringa.
Y luego nos preguntamos por qué estamos tan jodidos en México.





